La historia se repite. Ante la crisis del ladrillo, empresarios sin escrúpulos huyen con el botín de años de bonanza y dejan en la estacada, sin sueldos ni prestaciones, a sus empleados. Ya ocurrió hace meses las constructoras Marbar, en Tomiño (Pontevedra) y Egano, en Ourense y ahora le toca el turno a una empresa de Santiago, la constructora Carreira y Martínez. Sus trabajadores llevan dos meses sin cobrar, desde que el dueño de la empresa, José M. Carreira Martínez, se marchó a Brasil sin declarar ni un expediente de regulación de empleo, con lo cual sus empleados no pueden acceder a las prestaciones sociales.
Hay un total de 300 personas en esta constructora afectadas por esta situación, aunque algunas ya se han marchado ante la situación de ‘desgobierno’ y la ausencia de carga de trabajo.
Carreira y Martínez figura en el Registro Mercantil como una sociedad limitada constituida en marzo de 2002 y dedicada a la construcción, reparación, y conservación de toda clase de obras. Como administrador único figura José M. Carreira Martínez, que se marchó a Brasil, donde también tiene negocios, sin abonar las nóminas a sus trabajadores.
Carreira y Martínez presenta una “situación de quiebra” después de no haber podido vender algunas promociones que tenía en el mercado y los proveedores dejaron de suministrarle materiales. No obstante no se produjo la comunicación oficial a los trabajadores, que de esta forma no pueden solicitar el paro.
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