La multinacional británica de bebidas alcohólicas Diageo anunció ayer el cierre de dos fábricas cerveceras en Irlanda, pero aseguró que continuará elaborando la famosa Guinness en las históricas instalaciones de Saint James, en el corazón de Dublín.
En contra de las informaciones que preveían la venta total de Saint James, el grupo británico, propietario de Guinness, ha decidido invertir entre 2009 y 2013 unos 700 millones de euros en su renovación y en la construcción de una nueva planta a las afueras de la capital.
Según explicaron a Efe fuentes de Diageo, Saint James producirá unos 3,5 millones de hectolitros anuales de Guinness para el mercado irlandés y británico, mientras que la nueva fábrica elaborará más de 6 millones de hectolitros, es decir, 1.000 millones de pintas del "brebaje negro" para la exportación y "Lagers" (cervezas "rubias") para el mercado nacional.
Toda vez que las dos fábricas de Dublín comiencen a funcionar a plena capacidad, la multinacional trasladará a la nueva fábrica las instalaciones de las localidades de Kilkenny y Dundalk, donde se producen, por ejemplo, las cervezas Budweiser, Carlsberg, Smithwicks o Harp.
La compañía calcula que el plan de reestructuración supondrá el despido de "hasta 250 trabajadores" y que la venta de sus fábricas en esas localidades irlandesas y parte de Saint James generará unos 500 millones de euros.
No obstante, Diageo se compromete a proteger el "patrimonio" de la marca Guinness en Saint James, muy presente en el tejido social de Dublín desde que Arthur Guinness la fundase en 1759.
Saint James es, además, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, pues concita cada año a casi un millón de visitantes.
"Esta va a ser la mayor inversión de capital de Diageo en su infraestructura de distribución desde la creación de la compañía hace diez años y reforzará la competitividad de nuestras operaciones globales", afirmó ayer en Dublín su director ejecutivo, Paul Walsh.
"Nuestra objetivo -añadió- es combinar las técnicas de elaboración de cerveza más modernas con una tradición artesanal de casi 300 años de antigüedad".
El Sindicato de Trabajadores de Guinness (GWU) calificó ayer los planes de la compañía de "mala noticia" y advirtió de que rechazarán cualquier "despido obligatorio".
Su secretario general, Sean Mackell declaró ayer a la Radiotelevisión Irlandesa (RTE) que Diageo trata de "presentar sus planes como algo positivo".
"Quieren dar la impresión -dijo- de que están invirtiendo dinero en la economía irlandesa, cuando, de hecho, lo que están haciendo es ganar dinero con la venta de sus instalaciones".
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