El presidente de UDC y secretario general de CiU, Josep Antoni Duran, reprochó hoy al Gobierno que vea más urgente reformar la Ley de Libertad Religiosa que actuar ante la crisis económica a través de una reforma laboral y del sector energético.
En su carta web a los militantes de UDC, apuntó que, mientras la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, anunciaba grandes reformas como la de la Ley de Libertad Religiosa, la Ley Electoral y la Constitución, el vicepresidente económico, Pedro Solbes "se limitaba a surfear por la superficie de la situación económica".
"Ningún anuncio ni concreción de reformas económicas, de reformas estructurales, como si la prioridad de la agenda política no fuese la economía", lamentó Duran, que añadió que lo más destacado fue la referencia al nuevo modelo de financiación de Catalunya.
Insistió en que "son demasiadas las razones que hay para no temer" que el nuevo sistema no se aplique hasta los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del 2010. Entre estas razones, destacó que el nuevo modelo acabará afectando al conjunto de comunidades, por lo que se deberán "encajar diversas piezas de un puzzle complejo".
Además, subrayó que deberá tener "una cierta complicidad" del PP, porque, a su juicio, el PSOE no puede abordar este debate "con beligerancia con el PP", sobre todo en pleno periodo congresual socialista.
Precisamente, opinó que que no será "factible" entrar a fondo en negociar el sistema de financiación cuando el PSOE va a celebrar su congreso en julio, y recordó las declaraciones de varios pesos pesados socialistas, entre ellos el ex presidente del Gobierno Felipe González.
LAICIDAD O LAICISMO.
Por otro lado, Duran advirtió al Gobierno de que tendrá la oposición de CiU si lo que pretende con la reforma de la Ley de Libertad Religiosa es "fomentar un laicismo que ni practica ni comparte la izquierda europea".
"El laicismo es beligerante y excluyente hacia las opiniones y creencias de los otros", argumentó Duran, que lo diferenció de la laicidad, que "respeta y fomenta vivir libremente la creencia o no creencia religiosa sin imposiciones políticas".
"Cuidado, por tanto, con cómo se hacen las cosas", continuó el líder democristiano, que pidió al Gobierno que "no haga lo que hizo con la Ley de Memoria Histórica".
Duran consideró bueno que el Estado sea laico, pero rechazó sustituir la laicidad del Estado "por un laicismo que promueva reducir el factor religioso al ámbito privado, negándole todo el espacio y toda expresión pública".
Subrayó que aconfensionalidad "no es neutralidad", y el Estado, a su juicio, "no puede ser neutro frente al hecho religioso", ya que la mayoría de personas tienen necesidad del hecho religioso, y la religión es importante para el equilibrio de la sociedad como "transmisora de valores y garantía del refuerzo de las raíces culturales".
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