El sindicato UGT ha roto las negociaciones del convenio de empresas marítimas (consignatarias, estibadoras, transitarias y aduaneras) al considerar "inaceptables" las propuestas salariales y laborales que ha ofrecido la patronal en la última reunión celebrada ayer.
Según ha informado UGT en un comunicado, las conversaciones se han roto "a pesar de que en las últimas reuniones se había avanzado en la mayoría de los aspectos, al poner sobre la mesa las propuestas definitivas en materia salarial y laboral".
La plataforma sindical ha apuntado que ahora "las posturas se han distanciado y los delegados sindicales de UGT se han levantado de la mesa tras observar la postura intransigente de la patronal", según ha explicado el representante de FTCM-UGT, Manuel Pegueroles.
Uno de los puntos que ha conllevado el bloqueo de las conversaciones es el incremento salarial, "a pesar de que UGT ha hecho un esfuerzo por rebajar las pretensiones iniciales en este aspecto durante las negociaciones", según ha manifestado Manuel Pegueroles.
En este sentido, cabe recordar que el sindicato propuso en un principio, un incremento del IPC real más el 3%, y luego lo rebajó al IPC real más el 0,75%, para los cuatro años de duración del convenio, "pero la patronal no lo ha aceptado".
En la reunión de ayer, UGT ha propuesto un incremento salarial variable según el IPC real cada año, que va del IPC real más el 1,25% si los precios se incrementan un 3%, hasta el IPC más el 0,25%, si los precios se incrementan entre un 4,5 y un 5%.
Por su parte, la patronal ofrece una subida de los salarios del IPC real más un 0,5% para el primer año de convenio, que se incrementaría cada año de vigencia del convenio hasta llegar al IPC más el 0,75% en el cuarto año.
Las mismas fuentes han apuntado que este no es el único punto de desencuentro entre patronal y UGT, "único sindicato que negocia el convenio".
Desde UGT se consideran "inaceptables" las propuestas de la patronal de congelar la antigüedad, la creación de nuevas categorías profesionales en el sector, el querer incrementar la jornada laboral semanal de 37 a 39 horas, la obligatoriedad de realizar horas extras, la intención de regular la movilidad funcional y la rebaja de un porcentaje del cobro del salario por incapacidad temporal si se trata de enfermedad común.
Además, los representantes sindicales lamentan que la patronal quiera incluir todas estas propuestas en el convenio "sin ofrecer nada a cambio", ya que "no acepta que se amplíen los días de vacaciones, no ofrece ningún día de asuntos propios y no reconoce a las parejas de hecho".
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