En opinión de la central, la multinacional ha diseñado el disfrute de estos días de fiesta en función de un aumento de la producción del modelo Corsa del 10%, precisamente cuando las ventas globales “se están reduciendo un 4%”.
Una vez descartada por parte del Comité de Empresa la adopción de medidas legales o movilizaciones contra la decisión de GM de fijar de modo “unilateral” el modelo de vacaciones para 2008, la sección sindical de CCOO en Figueruelas ha expresado hoy las serias “dudas” que le generan los motivos aportados por la empresa. En concreto, asegura que GM no ha adelantado ninguna previsión de producción para este año, cuando éste ha sido el principal argumento de la multinacional.
Desde el sindicato recuerdan que la introducción de un cuadrante de cuatro semanas (del 28 de julio y al 24 de agosto), para repartir los 21 días de fiesta ininterrumpidos que los trabajadores tienen garantizado por convenio, respondía a la pretensión de aumentar la producción del modelo Corsa un 10% a costa de la línea del Meriva. Para ello, GM planteó la necesidad de acometer un Plan de Formación que acomodara a estos últimos trabajadores al primer modelo, lo que motivó el rechazo de esta central.
CCOO señala además que los datos que se manejan a día de hoy “apuntan caídas en el nivel de ventas globales del 4%”, algo que le genera “dudas sobre los objetivos de este programa de producción”. Aún así, reconocen que las alternativas de oposición al calendario, excluido el acuerdo, se reducen a una resolución judicial que “ofrece muy pocas garantías” y que “por muy rápido que fuera, nos llevaría al mes de junio, sin que los trabajadores supieran con certeza cuando iban a disfrutar sus vacaciones”.
“Otra posibilidad sería la adopción de medidas sindicales”, añaden, para reconocer que esta opción se ha demostrado “poco viable” a causa de las “posturas tan variadas” que se dan el Comité de Empresa.
“Siendo consecuentes con los criterios que hemos manifestado desde el principio sobre esta cuestión, entendemos que debemos trabajar para garantizar que las condiciones en que se realiza el trabajo sean las adecuadas, así como que todos los trabajadores disfruten de tres semanas seguidas”, subraya la central.
En todo caso, a su entender, las últimas decisiones de la empresa –que ha anunciado una reducción de 900 empleos- y el actual estancamiento de la negociación del convenio, “dejan pocas dudas de hacia dónde hay que enfocar el principal esfuerzo de negociación y de presión si llega el caso”.
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