La empresa se comprometió a incluir las reivindicaciones de las centrales sindicales CGT y Actub, después del conflicto en el que se produjeron un total de 18 jornadas de huelga entre diciembre y abril.
Los dos sindicatos reclaman que todos los conductores cuenten con dos días de descanso semanales y que TMB aplique una normativa europea, que establece que los conductores semanales –también los de autobús– tienen que descansar media hora por seis horas consecutivas frente al volante.
Para vigilar su cumplimiento los trabajadores llevarán puesta una chapa, que ya está siendo repartida por las cocheras, con el lema ‘Ojo al convenio’, según explicó a Europa Press el presidente del comité de empresa y sindicalista de la CGT, Saturnino Mercader.
‘Tenemos miedo que ahora con la obertura del convenio la empresa intente cambiarlo’, afirmó, y auguró que la negociación será ‘larga’.
El portavoz de CGT Josep Garganté señaló a Europa Press que mientras no se firme el acuerdo, los conductores de TMB irán acumulando cada día de trabajo 25 minutos que deberán ser recompensados con días de descanso o dinero cuando se firme el convenio, algo que Garganté consideró una ‘reducción de jornada’.
A modo de ejemplo, Garganté explicó que, en el caso de que las negociaciones duraran un año, se debería compensar a los trabajadores con ‘quince días de vacaciones’ además de los ya marcados en el calendario laboral, o bien pagar la cantidad estipulada por todo el tiempo acumulado, según concluyó.
El encuentro de hoy servirá para reconocer las partes y establecer un calendario de negociaciones. En la mesa participarán representantes de la empresa, de la Conselleria de Trabajo y de los sindicatos que secundaron los paros, CGT y Actub, y de los otros tres de la sección de autobuses de Barcelona, CC.OO., UGT y el Sindicato Independiente de Trabajadores.
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