Las playas se llenan y las estadísticas hablan de niveles de ocupación que se mantienen o disminuyen suavemente (el último dato habla del 1,23%), pero la realidad económica de las empresas pone de manifiesto que la crisis también ha entrado en el sector turístico, porque para que el nivel de ocupación se mantenga en los hoteles se viene manteniendo el precio (o incluso rebajándolo un 3%) desde hace dos años y además se han puesto a la venta paquetes turísticos en los que se incluye la media pensión o la pensión completa sin apenas incrementar las tarifas. Una medida que ‘anima’ en cierta media a que el turista se aloje, pero sólo durante determinados fines de semana, para después volver a la tónica de mantener los establecimientos hoteleros sin el nivel de ocupación adecuado. La situación hace unos meses preocupaba al sector, pero esa preocupación ya se ha convertido en alarma porque los niveles de facturación han caído un 10% respecto a los resultados del año pasado, lo que lleva a los empresarios a temer que tras el descenso de los ingresos llegue inevitablemente el recorte de las plantillas.
Desde el sector se asegura que de seguir así las cosas, de cada diez puestos de trabajo se perderán dos a finales de junio. Hay que tener en cuenta que el 60% del empleo en el sector está formado por fijos discontinuos y que si en años anteriores a estas alturas ya estaban todos ocupados, este año tan solo lo han estado durante la Semana Santa para volver a ser demandados en este puente. "Ese es el mejor indicador de la situación", aseguran desde el sector.
Las cuentas de los hoteleros se resienten pero más aún las de los establecimientos de restauración porque si la entrada de turistas se constata y la contratación de viajes se mantiene (aunque con una duración cada vez menor y apostando por alojamientos más baratos) el gasto que los visitantes realizan durante su estancia en la provincia se ha recortado considerablemente hasta el 30%, según las estimaciones del sector. Pero es que además los bares y restaurantes vienen de una situación que ya en su día se calificó de alarmante ya que desde el verano pasado están sufriendo continuos recortes en sus ingresos (el año pasado lo cerraron con casi un 20% menos de facturación). "Estamos soportando una situación verdaderamente difícil", se asegura desde la secretaría general de la Asociación Provincial de Hostelería.
Y es que si los turistas viajan, pero intentan incluir en el paquete que contratan la pensión completa está claro que el gasto en comidas en restaurantes se anula. Uno de los indicadores que manejan los empresarios del sector es la supresión de los segundos turnos en las cocinas: si hace un año los restaurantes podían soportar una segunda vuelta en sus mesas y mantener dos horas para comer y dos para cenar, el descenso en el nivel de la clientela ha llevado a que únicamente se mantenga uno de ellos.
Para este fin de semana las previsiones hablan de una ocupación en los principales establecimientos hoteleros de la costa del 75%, si bien los bares y restaurantes de la Costa tienen claro que el efecto no va a quedar reflejado en sus ventas "porque aunque la gente se siente en las terrazas y acuda a los restaurantes, lo hace para consumir la mitad de lo que lo hacía el año pasado", según apunta más de un encargado de los numerosos locales ubicados en la Costa de nuestra provincia.
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