El anteproyecto de la futura Ley de Integración del Extranjero de la Generalitat Valenciana incluye medidas de choque para ‘garantizar el acceso al empleo de los extranjeros sin impedimento ni discriminación alguna’, según se recoge en el articulado de su borrador que dedica un apartado específico a las medidas de formación profesional y reorientación laboral en tiempos de crisis económica en los que la tasa de paro inmigrante ha aumentado un 50 por ciento en el último año, tras la desaceleración del sector de la construcción.
En consonancia con las tesis del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho -quien manifestó su voluntad de que ‘ningún inmigrante venga a España sin contrato’-, la ley valenciana contempla realizar un análisis del mercado laboral valenciano para conocer la demanda laboral y la oferta de mano de obra extranjera.
El objetivo es regular el flujo migratorio según las perspectivas laborales existentes en la Comunidad y evitar así situaciones de marginalidad y exclusión social: ‘El contrato de trabajo como vía de de integración y convivencia en la sociedad de acogida’.
Para ello se coordinaran las actuaciones con las distintas instituciones y organizaciones públicas y privadas que intervienen en materia de empleo y formación para facilitar la incorporación al mercado de trabajo de los extranjeros.
La ley recogerá también ‘el derecho de los extranjeros con residencia a recibir la formación profesional necesaria para facilitar su inserción laboral en las mismas condiciones que el resto de los ciudadanos’.
A través de esta ley la Generalitat Valenciana también sensibilizará al empresariado valenciano sobre los beneficios de la inmigración y la gestión de la diversidad en las emrpesas, para ello se desarrollarán campañas de sensibilización. Asimismo fomentará que las empresas ofrezcan formación a los trabajadores extranjeros que empleen.
Actualmente en la Comunidad Valenciana 239.701 trabajadores extranjeros están afiliados a la Seguridad Social -según los últimos datos del Ministerio de Trabajo-, de los cuales el 68,9 por ciento son asalariados, un 14,7 por ciento son autónomos, un 10,3 por ciento están el régimen agrario y un 5,6 por ciento están registrados como empleados del hogar.
Precisamente la ley incidirá en el impulso del autoempleo entre los trabajadores inmigrantes, como alternativa al trabajo por cuenta ajena.
En el apartado de ‘Medidas para la formación laboral y la orientación y reorientación laboral’ también se estipula la necesidad de ‘establecer sistemas de fomento y colaboración con entidades de inserción que realicen acciones dirigidas a abrir el mercado de trabajo a los extranjeros’ y ‘difundir información sobre vías de acceso al empleo, y sobre los derechos y deberes de los trabajadores extranjeros’.
La ley, que se encuentra aún en fase de debate, promoverá un ‘compromiso de integración’ para los inmigrantes de países no comunitarios, un ‘contrato’ cuyo encaje legal será abordado por el conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, y el ministro Corbacho en una reunión el próximo miércoles.
El espíritu de la futura ley valenciana, que el Consell espera aprobar en junio, coincidiría ampliamente con la nueva filosofía que se ha instalado en el Ministerio de Trabajo en cuanto a regulación de la inmigración. Como dijo el propio ministro: ‘En la actual situación de desaceleración económica España no necesita demasiada mano de obra, aunque dentre de tres o cuatro años haya que ir a buscarla’.
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