Los sindicatos de General Motors (GM) España no movieron ficha el miércoles, después de que el pasado martes la compañía fijase el calendario de vacaciones de forma unilateral, ante la falta de consenso. Aunque estaba previsto que del encuentro de ayer saliese alguna medida (aceptar la propuesta de la compañía, recurrir a la vía judicial o realizar protestas), los representantes de los trabajadores optaron por dejar la situación en punto muerto.
El presidente del comité, José Juan Arcéiz, señaló que "no ha habido ninguna propuesta", por lo que se prevé que el próximo martes –fecha prevista para una nueva reunión entre las partes–, los sindicatos comuniquen alguna decisión a la empresa. Desde CCOO, Antonio Carvajal apuntó que "de momento estamos analizando el tema", y el lunes "se reunirá la Ejecutiva con el sindicato y con el abogado para estudiar la viabilidad de la vía judicial". Un camino que podría demorar la solución dos meses, lo que afectaría a las auxiliares.
La empresa quiere que se trabaje en verano en dos turnos. El primero sería la última semana de julio y las dos primeras de agosto, mientras que la mayoría del comité (CCOO, USO y OSTA) apostó por un único turno las tres primeras semanas de agosto. Algo que la firma rechaza porque se perdería una semana de producción del Corsa. Pero los sindicatos no ven bien que los empleados de la cadena del Meriva acudan un sábado extra a trabajar para aprender nuevas operaciones de la cadena del Corsa. De esa forma, se podrían compatibilizar dos turnos.
En la sesión plenaria de ayer, el consejero de Economía, Alberto Larraz, afirmó que la DGA no se plantea intervenir directamente en las negociaciones del plan de reestructuración (recorte de 864 puestos de trabajo), anunciado por GM España, a petición expresa tanto de la representación de los trabajadores como de la empresa.
Los comentarios están cerrados.