La familia de Sergio Acosta López, de 27 años, fallecido el pasado 2 de abril al caer cinco pisos por el hueco de un ascensor en la calle Polvero, ubicada entre los barrios de Amate y Las Candelarias de la capital hispalense, exigió ayer claridad sobre lo sucedido e insistió en que ‘muchas medidas de prevención tuvieron que fallar’.
En declaraciones a Europa Press Televisión, Verónica Acosta, la hermana del joven fallecido, afirmó que ‘mientras su hermano montaba la caja del ascensor otros obreros estaban probando el aparato y éste, al bajar, golpeó a Sergio en la cabeza’. Al parecer y según refrendaron entonces los sindicatos, un compañero le gritó y el joven se asomó al hueco, lo que pudo propiciar el accidente.
‘El ascensor debe estar abajo mientras lo montan, por seguridad, pero estaba arriba, porque si no mi hermano no hubiera caído dentro de la caja para el ascensor del sótano. Pero hasta cinco días después no lo supimos’, relató Verónica, quien además se preguntó por qué no se agarró su hermano o intentó salir del hueco del ascensor.
Asimismo, la hermana del fallecido recordó que en torno a un hueco situado a semejante altura debería haber ‘una red o vallas para que nadie se pueda precipitar por el agujero’. Por el momento, toda la información de que disponen les ha llegado a través de los sindicatos o personas cercanas a la obra que se han puesto en contacto con los familiares.
Sergio Acosta murió hace 28 días en un accidente laboral y sus familiares siguen sin saber cómo. De hecho, sobre el accidente se han barajado diferentes versiones. ‘Ahora me dicen que desde una altura de cinco pisos llegó al suelo a plomo’, explicó Verónica. Sin embargo, los más allegados al fallecido no creen ninguna porque ‘son contradictorias’. ‘Nos han dicho que mi hermano iba con prisas cuando acababa de entrar a trabajar y le quedaban tres horas por delante para terminar’.
En cuanto a los responsables de la obra en la que trabajaba Sergio y sus compañeros, Verónica afirmó que no han tenido noticias de ninguno de ellos. ‘No nos ha llamado nadie de la empresa, ni para decirnos que mi hermano había muerto ni para darnos el pésame’, apostilló.
Todas estas incongruencias han alertado a la familia del fallecido aumentando la ‘impresión de que les esconden algo’, expresó Verónica, quien además añadió que esto se refuerza con ‘las dos versiones de la autopsia, que no nos dejaran pasar a la obra, que no nos avisaran en el momento del accidente y que su documentación no haya aparecido aún’.
‘No queremos que nos den una indemnización ni señalar a ningún culpable, sólo que alguien se acerque y nos diga la verdad, lo que le sucedió a mi hermano, para que mi madre pueda dormir tranquila’, concluyó Verónica.
Sergio ha sido la segunda y última víctima mortal en Sevilla en este año. Atrás deja a dos hijas de seis y cuatro años, a sus hermanos, su familia y a una novia con la que quería compartir su vida. Pero lamentablemente, el destino le jugó una mala pasada.
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