Los informativos serán la gran baza de Telemadrid. El ente autonómico que dirige Isabel Linares se propone volcar sus medios en la producción de formatos de actualidad. El plan diseñado por la empresa es dejar en manos de productoras privadas el resto de los contenidos de la parrilla, según explican representantes del comité de empresa tras la reunión mantenida hace pocos días con la dirección. Además, el ente ha expresado a los sindicatos su intención de poner en marcha un plan de viabilidad que afectaría también a la radio autonómica y a La Otra, el segundo canal televisivo.
La aplicación de esta reforma, sobre la que la empresa no ha aportado detalles, podría acarrear un significativo recorte de la plantilla. "Nos han dicho que está previsto que se reduzca", explica el representante del sindicato CGT, José Ángel Jiménez.
Esta remodelación laboral se asentaría en un plan de bajas incentivadas, acompañado de medidas dirigidas a la no renovación de los contratos eventuales. La plantilla del ente regional está compuesto actualmente por alrededor de 1.300 personas. En los últimos meses, se ha visto recortada en unos 90 puestos de trabajo, afirman fuentes sindicales, y el ajuste podría afectar a otros 200. Entretanto, los miembros del comité de empresa cuestionan que el organigrama "siga engordando". "Los directivos son sustituidos, pero todos se quedan en sus puestos. Y en informativos hay una plantilla doble: los fieles y los que no trabajan porque están marginados", dice un representante de los trabajadores.
Al margen del cine, las mejoras de audiencia de Telemadrid se apoyan en espacios informativos y de actualidad. El martes pasado, por ejemplo, el que más cuota de pantalla acaparó fue el segundo bloque del Telenoticias del mediodía, con un 21,6%, el doble que la media mensual de la cadena. Los programas con más tirón son Alto y claro, la tertulia moderada por Curri Valenzuela (12% ese mismo día), el Telenoticias matinal (11,4%) y Madrid opina, el espacio de debate que presenta Ernesto Sáenz de Buruaga (9,4%). "Si los informativos fueran plurales sería una buena apuesta. Lo malo es que están marcados por la manipulación", lamenta Jiménez.
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