Los trabajadores de la Real denuncian «los modos con los que se han producido los despidos de cinco trabajadores» del club y rechazan «de manera explícita las formas innecesariamente agresivas empleadas y que dejan la vía judicial como único camino para la reparación del daño sufrido». Además, los trabajadores realistas -todos los empleados salvo los jugadores y los que tienen contratos profesionales deportivos- denuncian «el rumbo que está cogiendo este club en el terreno económico que no augura en absoluto un futuro esperanzador».
Los cinco despidos a los que se refieren los trabajadores realistas son los de los técnicos Salva Iriarte, Juan Antonio Larrañaga, Mikel Sanjuán y Manu Urbieta, más el de la administrativa Jasone Irizar. En la nota hecha pública, los empleados de la Real aseguran que «en todos los casos se han abierto expedientes disciplinarios tras semanas de contradicciones y desgaste a nuestros compañeros, erosionando el buen nombre y la profesionalidad de cada uno de ellos».
Añaden que temen por sus puestos de trabajo ya que las informaciones sobre una reducción drástica de la plantilla «no han sido desmentidas desde la presidencia».
El comité de empresa tiene prevista una reunión con Badiola el viernes para insistir en sus demandas de información sobre esta problemática laboral. Hasta ahora han mantenido alguna reunión, pero los representantes de los trabajadores están altamente insatisfechos con la actitud que ha mostrado el presidente en esas citas.
El viernes hubo asambleas de los trabajadores realistas tanto en Anoeta como en Zubieta y en las tiendas para analizar la situación, fruto de las cuales es la nota hecha pública ayer. Habrá que ver la reacción del presidente, que ayer se encontraba en Suiza con el resto de presidentes de Primera y Segunda visitando la UEFA y la FIFA.
«Gastos inasumibles»
Junto a la denuncia sobre las condiciones laborales que ha impuesto el nuevo Consejo, los trabajadores critican el proyecto económico de Badiola. «El rumbo que está cogiendo este club en el terreno económico no augura en absoluto un futuro esperanzador. Lejos de lograr los ingresos prometidos para solucionar la situación económica, parece que la única forma de mejorarla pasaría por el despido de trabajadores, mientras que se siguen teniendo que soportar unos gastos inasumibles en la situación en la que nos encontramos».
Los trabajadores denuncian que Iñaki Badiola les ha negado acceso a la información sobre la marcha de la empresa «exigencia ésta que nos es reconocida por la ley y que en la actualidad demandamos a tenor de los inciertos escenarios que pueden concretarse en un futuro próximo».
En la nota, los empleados realistas destacan que no pretenden generar alarma social y lamentan que sus problemas laborales hayan salido a la luz pública. Afirman que su realismo les da «un aval de confianza ante la opinión pública y ante cualquier intento acusatorio de desestabilización del club».
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