Miles de niños de un pobre municipio chino fueron vendidos para trabajar en régimen de esclavitud en fábricas del próspero sur del país, según ha revelado el diario ‘Southern Metropolis Newspaper’, en un caso que investigan las autoridades del país.
Los miembros de una banda de crimen organizado engañaban a los menores, con edades comprendidas entre los 7 y los 15 años, en el municipio de Liangshan, en la provincia suroccidental de Sichuan, y los vendían a fábricas de provincias como Cantón o Fujian.
La red de esclavos estaba organizada por varias personas que habían emigrado hace años desde Liangshan hasta Dongguan, según descubrió un periodista del rotativo que se hizo pasar por el dueño de una fábrica interesado en comprar obreros infantiles.
El contrato ofrecido por la banda estipulaba un salario de 50 centavos por hora y una jornada de 300 horas mensuales para cada niño, sin seguridad social ni vacaciones.
Para evitar problemas legales, la banda proveía a los niños con pasaportes falsos, en los que aparecían como mayores de edad.
Aunque Dongguan era la base, los niños eran enviados también a otras ciudades como Shenzhen y Cantón (ambas en Cantón) o Xianmen (Fujian).
El caso llega aproximadamente un año después de que se destapara que cientos de personas procedentes de regiones pobres, entre ellas muchos niños y deficientes mentales, trabajaban como esclavos en los hornos de ladrillos en la provincia de Shanxi (norte).
La ley china prohíbe trabajar a los menores de 16 años, mientras que entre los 16 y 18 los trabajadores deben disfrutar de mejores medidas de seguridad laboral que los adultos.
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