El secretario general de UGT, Cándido Méndez, defendió ayer la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) que tiene previsto acometer el Gobierno en esta legislatura, desde los 600 euros al mes actuales hasta un total de 800 euros, alegando que este incremento "es de justicia" y que beneficiará al funcionamiento de la economía en la actual coyuntura.
Méndez, durante una charla con internautas en el ‘elpais.com’, rechazó la petición de la CEOE de que no se lleve a cabo la subida del SMI por la actual crisis económica, y confió, por tanto, en que el Ejecutivo no atienda las consideraciones de la patronal y cumpla con su compromiso electoral de elevar esta renta mínima hasta los 800 euros mensuales en 2012.
En este sentido, el dirigente de UGT advirtió de que los sindicatos ejercerán "toda la presión" para conseguir este objetivo. Méndez también avisó de que las centrales sindicales actuarán con "firmeza" si en la actual coyuntura económica se pretenden recortar derechos sociales, pues, según dijo, la protección social actúa a favor del crecimiento y de la recuperación económica.
Méndez, que se opuso a cualquier eventual rebaja del coste del despido y defendió la jornada de 35 horas semanales, consideró que las medidas más urgentes que debe aplicar el Gobierno en esta legislatura pasan por anticipar las inversiones en infraestructuras, desarrollar la Ley de Dependencia y crear 300.000 plazas en escuelas infantiles para compensar la bajada del sector de la construcción. En paralelo, propuso aprovechar la buena situación de las finanzas públicas para relanzar el crecimiento de la economía española.
Asimismo, Méndez criticó que España sea el país donde más horas se está en la oficina y aún así sea uno de los menos productivos de Europa, por lo que apostó por sustituir el "presentismo" por la elevación de la productividad.
En materia de inmigración, el líder de UGT abogó por aplicar la legislación vigente, que vincula la contratación de inmigrantes en origen a las necesidades del mercado laboral español, teniendo en cuenta las cifras de parados nacionales y extranjeros que existan en cada momento.
En cuanto a la propuesta del Ejecutivo de que los trabajadores extranjeros puedan cobrar el paro de una sola vez para después regresar a su país, el dirigente sindical consideró que se trata de una iniciativa "a priori interesante", pero precisó que habría que introducir algún mecanismo para verificar en el país de retorno que el dinero se emplee en un puesto de trabajo. "Si no, podríamos encontrarnos ante la situación de que el trabajador retornado inviertiera el dinero en otro objetivo y pretendiera volver a nuestro país", advirtió.
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