Los precios de los alimentos están descontrolados, los de los carburantes por las nubes y para desconsuelo de los europeos, los salarios no consiguen subir al ritmo de la inflación. La crisis financiera empieza a pasar factura a los bolsillos de los ciudadanos de a pie, pero también a las cuentas corrientes de los altos ejecutivos.
En Francia, por segundo año consecutivo, los salarios de los máximos responsables de las principales empresas galas se han estancado, según Les Echos. Durante 2007, la media de los sueldos fijos de los responsables de las empresas del CAC-40 ha sido de 2,26 millones de euros. Sin embargo, los buenos resultados empresariales han mejorado considerablemente los bonus de los directivos.
Así, por ejemplo, en la cabeza del ranking de los que más ganan se sitúa Bernard Arnault, uno de los hombres más ricos del mundo creador y principal accionista de LVMH, un importante grupo empresarial que cuenta con las firmas más lujosas del momento: Louis Vuitton, Loewe, Givenchy o Möet & Chandon. En 2007, Arnault se llevó al bolsillo 4,2 millones de euros (1.901.071 euros como salario fijo y 2.300.000 euros en variable).
Cerca de estas cifras se sitúa otro grande de la empresa del mundo de la estética: Jean-Paul Agon, presidente de L’Oréal, que ganó 4,06 millones de euros, la mitad en fijo y la otra en dietas, aproximadamente.
El caso más singular lo protagoniza Daniel Bouton, director de Société Générale. Después de la impactante noticia de las pérdidas colosales que sufrió el banco atribuidas a los extraños manejos de Jérôme Kerviel, ex operador bursátil, Bouton decidió no percibir las retribuciones variables. Con lo cual, su salario disminuyó un 62% respecto al año anterior, su fijo fue de 1.250.000 euros. El próximo mes dejará la dirección general de SG que recaerá en el actual director financiero, Frédéric Oudéa, pero seguirá presidiendo el consejo de administración.
La única alta directiva del CAC-40 que aparece en el estudio es Patricia Russo (nacida en Nueva Jersey), se trata de la responsable de Alcatel-Lucent. Fue elegida en 2006 por la revista Fortune como “la mujer más poderosa de la Tierra en términos económicos”. Ella se embolsa un casi un millón y medio de euros de fijo y 635.400 euros en bonos.
Todos estos números convierten a los ejecutivos franceses en los mejor pagados, con una media de 287.000 euros anuales, según un informe de Watson Wyatt.
Las cuentas corrientes de los ejecutivos españoles
En España, las cifras que manejan los altos directivos tampoco tienen desperdicio pese a que están perdiendo poder adquisitivo. Una tendencia que, según Watson Wyatt, se viene produciendo en los últimos años. En 2004, los sueldos de los altos directivos españoles subieron un 4%, por debajo de la inflación, que fue del 4,2%.
Pese a ello, los ceros de sus cuentas corrientes ‘engordaron’ en año pasado con numerosos ceros. Por ejemplo, Emilio Botín, presidente del Santander, percibió 3,9 millones de euros como salario. Una cifra muy abultada pero inferior a la de otros tres directivos de la entidad. Alfredo Sáenz, consejero delegado de la entidad cobró 9,6 millones de euros, mientras que el vicepresidente, Matías Rodríguez Inciarte, se embolsó 5,1 millones.
Tampoco tienen desperdicio los más de cinco millones que percibió el presidente de BBVA, Francisco González, como remuneración por su trabajo en 2007.
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