En el nuevo siglo, ¿qué cambios han tenido estas “solteronas vírgenes”? Hace poco, Information Times e Internet realizaron conjuntamente una encuesta sobre el matrimonio, familia y vida de doctoras. El resultado reveló que la dificultad en buscar pareja y la vida dura son sus mayores problemas. Más de 90% de ellas consideran difícil encontrar a un novio ideal mientras que sólo el 7% se mantienen optimistas en este asunto.
Muchas doctoras sienten una doble presión en el problema matrimonial. Respecto a la pregunta “¿Se siente usted angustiada por el problema matrimonial?”, el 36% de las encuestadas expresan que “sufren de cierta presión” y el 15% manifiestan que se hallan “muy preocupadas”.
Con la popularización de la enseñanza superior y la constante ampliación de la admisión de estudiantes de licenciatura y estudios de posgrado, una principal vía de contraer matrimonio consiste en salir con compañeros de estudio en los centros docentes universitarios y casarse más tarde, en el período de licenciatura y doctorado. La encuesta muestra que el 53% de las doctoras expresan que la edad ideal para el matrimonio varía entre los 25-28 años, con menos del 10% prefiriendo casarse después de los 30 años.
En las entrevistas con el reportero, un buen número de doctoras explicaron los motivos de su “dificultad en casarse”. El 36% opina que la modalidad matrimonial tradicional de “superioridad masculina e inferioridad femenina” causa que la mujer con alto nivel educacional tenga un elevado criterio para escoger pareja. El 24% cree que “el largo período lectivo nos hace perder el mejor momento de noviazgo y casamiento”. Otro porcentaje igual sostiene que “se debe a los limitados recursos humanos para la selección”.
La encuesta descubrió que cerca del 40% de las doctoras tienen cónyuges que se dedican a la enseñanza superior o a la investigación científica y social; el 13% funcionarios públicos, y el 10% responsables empresariales o comerciantes exitosos.
El 40, 30 y 7 por ciento de las doctoras buscan, respectivamente, pareja que perciba un salario mensual de 3.000-5.000 yuanes, más de 8.000 yuanes e inferior a 3.000 yuanes.
Refiriéndose a los antecedentes de estudio, más del 50% de las doctoras desean que su cónyuge sea, como mínimo, un licenciado, con más del 25% prefiriendo un nivel educacional superior a la licenciatura y sólo el 14% exigiendo el nivel de doctorado o superior. Lo interesante es que más de una décima parte de las doctoras no exigen requisito en esta materia. Esto demuestraque las doctoras no son muy exigentes con el nivel educacional de su futuro esposo.
Además, la encuesta mostró que la “presión económica” es el principal obstáculo y el más difícil de superar al que se enfrentan las doctoras, por encima de los sentimientos y los antecedentes de estudio.
Cerca del 50% de las doctoras sienten una preocupación “excesiva” por la vida y el 40% considera que es “grande”. El 44% atribuye esta presión al motivo económico.
En cuanto a la “posición social de las doctoras”, el 48% afirma que existe un círculo extraño de “proporción inversa entre los antecedentes de estudio y la posición social”, el 28% está satisfecha con su “posición social relativamente alta y vida bastante feliz” y el 24% se queja de que “poseen abundantes conocimientos profesionales pero sufren de una discriminación social”.
El 80% de las encuestadas explican que realizan el doctorado por “desear trabajar en un centro docente superior”. Actualmente, muchas instituciones de enseñanza superior sólo ofrecen empleo a doctores, lo que impulsa a un creciente número de graduadas universitarias a realizar estudios de posgrado.
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