Los policías locales con una edad superior a 55 años no se encuentran con las adecuadas capacidades psicofísicas para poder desarrollar sus funciones sin riesgo para su salud ni para los terceros debido a un "claro deterioro psicofísico" propio de su profesión, lo que redunda en un aumento de la inseguridad ciudadana, según se desprende de un estudio elaborado para la Confederación de Seguridad Local (CSL).
El informe, realizado por el doctor Jesús Sanz para CSL, una organización que engloba a la mayoría de las policías locales de España, analiza el proceso de envejecimiento y el consiguiente deterioro psicofísico asociado a la edad y la repercusión en el desempeño de las funciones como policías locales.
En el estudio han participado 643 plantillas de policías, que cuentan con un total de 41.684 agentes en activo. Las conclusiones resaltan que existe una mayor incidencia de problemas atribuidos a un origen profesional que la media de la población laboral española, "incluso más que el propio colectivo de defensa y seguridad".
Así, indica que el 65 por ciento de los policías locales de toda España padece estrés, uno de cada dos presenta alteraciones de sueño, el 50 por ciento de los mayores de 45 años padece algún tipo de depresión, el 48 por ciento ha sufrido un accidente de trabajo en los últimos años y dos de cada tres ha sufrido una lesión profesionales.
INSOMNIO, ESTRÉS Y DEPRESIÓN
De un total de 161.700 datos recopilados entre todos los agentes municipales españoles, se desprende que el 35 por ciento de estos profesionales no pueden realizar pruebas físicas y que la mitad sufre alteraciones de sueño, por lo que el 16 por ciento de las plantillas debe consumir medicamentos y tranquilizantes para conciliar el sueño, muchos de ellos incompatibles con la profesión de policía. "A veces, en medio de la noche, te despiertas porque sí. Luego, el médico te dice que es debido al estrés y a la preocupación de verte ante una situación imprevisible", apuntó un policía local madrileño.
Además, las principales zonas del cuerpo con molestias por posturas o esfuerzos derivados del trabajo corresponden a los diferentes segmentos de la columna, como la zona lumbar (61,61 por ciento), cervical (61,05) y dorsal (35,98), seguido en cuarto lugar por las rodillas.
Sanz señaló que la disminución en la capacidad de recuperación ante esfuerzos se pone de manifiesto en tres de cada cuatro policías encuestados. "Esta disminución se asocia de forma clara y notoria con la edad y se ha comprobado en la realización del estudio. En el mejor de los casos, un 35 por ciento de los policías en activo no pueden realizar al menos alguna de las pruebas físicas habitualmente empleadas en las procesos de selección", agregó.
Por otro lado, apuntó que la mayor incidencia de procesos afecta a la capacidad funcional por alteración del estado de salud se dan en el grupo de policías con edades medias a partir de los 40 a 45 años de edad y se pone de manifiesto que por encima de los 55, "la capacidad funcional de un policía para cumplir la mayor parte de sus funciones se encuentra mermada de forma significativa, pudiendo afectar a sus propia salud y a la seguridad sobre terceras".
Para solucionar esta situación, el secretario general de la CSL, Santiago López, demandó que las Administraciones reconozcan a la Policía local como una profesión de riesgos, "y así se apliquen los elementos correctores para poder acceder a la prejubilación en la sector".
En declaraciones a Europa Press, López solicitó un cambio en la legislación para atender en medios y personal las funciones que de facto asumen muchas Policías locales en violencia de género, ley de Menor, o riegos laborales, entre otros.
En este sentido, destacó la similitud existente, dados sus cometidos y competencias, con los Bomberos, que alcanzaron el pasado mes de manera anticipada la edad de jubilación, lo que produce "una cierta discriminación" entre colectivos de características similares.
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