La huelga de los trabajadores de la refinería escocesa de Grangemouth que reclaman una mejora de su plan de pensiones tiene en jaque al norte de Gran Bretaña y ya ha causado la alarma en el mercado internacional de crudo.
Se explica el secretario general del sindicato Unite Tony Woodley: "Tenemos un propietario individual, multimillonario, que parece buscar el conflicto. Hemos ofrecido fórmulas de conciliación, si antes retira las amenazas sobre los planes de pensiones de nuestros miembros" explica.
Como suele ocurrir en estos casos, el jefe de Recursos Humanos de la planta, que procesa 200.000 barriles de combustible refinado al día, culpa a los sindicatos: "Este es un centro enorme, de vital importancia para la economía escocesa y creemos que la acción sindical está tomando a la nación como rehén. Es muy preocupante" explica Ian Fyfe.
La refinería abastece de combustible al norte del Reino Unido, pero además es necesaria para el transporte de crudo desde el Mar del Norte, lo que ayer empujó el precio del barril ‘brent’ a un nuevo récord.
En las últimas horas los conductores han colapsado las estaciones de servicio. Si no media un acuerdo de última hora, este domingo a las 6 de la mañana comenzarán los dos días de huelga. El oleoducto será cerrado unas horas antes.
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