El CEF (Centro de Estudios Financieros) ha realizado un estudio con el título “Los diez comportamientos de los jefes que más agradan a sus colaboradores”, para el que envió durante los pasados meses de diciembre y enero un cuestionario a más de 2.500 profesionales.
Los resultados de este estudio dibujan un retrato robot del jefe ideal como un superior al que no le resulta difícil otorgar su confianza en sus subordinados, es dialogante, los trata con respeto y mantiene siempre una actitud positiva y con voluntad de resolver problemas. Saber delegar y contribuir al desarrollo profesional de sus colaboradores son otras de las virtudes más valoradas.
Los diez comportamientos de los jefes más apreciados son:
1. Manifestar confianza en sus colaboradores (48%).
2. Dialogar de forma abierta con sus colaboradores (43%).
3. Transmitir instrucciones con respeto (42%).
4. Intentar solucionar los problemas (39%).
5. Tratar a sus colaboradores como si fueran importantes para la empresa (36%).
6. Exigir razonablemente (36%).
7. Permitir desarrollar las capacidades de sus empleados (35%).
8. Saber delegar (34%).
9. Escuchar y contar con las ideas que aportan sus colaboradores (33%).
10. Reconocer lo bueno y corregir lo malo (32%).
En el lado opuesto, las cuatro virtudes menos señaladas son:
1. Aprende de sus errores (11%)
2. Explica los proyectos con detalle (12%)
3. Es justo en la evaluación del desempeño (12%)
4. Premia la imaginación y la creatividad (13%)
No existen grandes diferencias entre las respuestas de los encuestados en función del sexo. En cambio, la edad sí es un factor que aporta diferencias significativas; la mayor se produce en el ítem “reconoce lo bueno y corrige lo malo” (56% entre los que tienen 18-22 años y 26% entre los de 38-42 años); igualmente, en “enseña qué y cómo hacer las cosas” (39% y 16%, respectivamente) y en “da ejemplo con su comportamiento” (40% entre los de 18-22 años y 23% entre los de 33-37 años). “Como vemos, con carácter general, los más jóvenes ven más virtudes en su jefe, en tanto que los más veteranos son más críticos”, señala Ángel Fernández Muñoz, psicólogo y profesor del CEF.
Para los responsables del CEF, el mensaje final de este estudio es optimista, ya que los comportamientos positivos pueden consolidarse. En palabras de Ángel Fernández Muñoz, “Para ello, es preciso reconocer previamente la necesidad de dicha potenciación. Y, antes aún, saber qué comportamientos resultan motivantes para los colaboradores propios."
Concluye Fernández Muñoz que "Todos estos comportamientos de los jefes, además de motivantes, insuflan un fuerte impulso para la rentabilidad de las empresas. Porque esos comportamientos no son inocuos, sino que mejoran el rendimiento de sus subordinados. Por lo tanto, bien podemos calificarlos de “complejo vitamínico”, que tonifica a la organización. ¿Resultado? Eficiencia empresarial”.
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