El sindicato UGT expresó ayer su preocupación por la externalización de servicios que están poniendo en práctica algunas entidades financieras españolas, que trasladan algunas actividades a empresas de nueva creación atendidas por personal no bancario.
En un comunicado remitido ayer, UGT asegura que este fenómeno, conocido como "outsourcing", tiene como reflejo "una pérdida directa de empleo, así como de la calidad del servicio que la banca presta a sus clientes" y vaticina que por su causa habrá "una fuga de conocimientos y experiencia que el sector va a acusar".
Por este motivo, UGT ha iniciado contactos con el Banco de España, el Ministerio de Trabajo y las entidades financieras, a las que quiere informar sobre los criterios que a su juicio deben cumplir estas empresas acerca de empleo, condiciones de trabajo y aplicación del convenio colectivo del sector, para elevar el control sobre ellos y para que sus empleados no vean precarizadas sus condiciones de trabajo.
El sindicato manifiesta, asimismo, su malestar por el uso de agentes colaboradores e intermediarios financieros para la realización de labores bancarias, "con distinto objetivo para el que fueron creados", lo que, en ocasiones, puede quedar "fuera de los controles establecidos por el Banco de España".
Esta circunstancia contribuye a la creación de una "banca paralela" tanto de personas físicas como jurídicas, que realizan funciones que sólo pueden ser efectuadas por los banco, dice UGT, que añade que la cesión de carteras de clientes hacia agentes colaboradores y financieros "distorsiona los objetivos concretos" para los que se crearon estas fórmulas financieras.
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