Estas reuniones, que Corbacho quiere que tengan carácter privado y que se celebren por separado, formarán parte de los primeros contactos que el ministro va a tener con los dirigentes de las organizaciones sindicales y empresariales tras tomar el relevo a Jesús Caldera para dirigir el Ministerio, que estrena nueva denominación.
Corbacho ya tuvo oportunidad de saludar personalmente a Fidalgo y Méndez durante la toma de posesión de la cartera de Trabajo e Inmigración, que tuvo lugar este lunes. Además, el pasado sábado, cuando el presidente Zapatero anunció la composición de su nuevo gobierno, el ministro mantuvo una conversación telefónica con los máximos dirigentes de CC.OO., UGT y CEOE, así como con los sindicatos catalanes y con la patronal Fomento del Trabajo.
De momento, el titular de Trabajo ya ha dicho que el diálogo social será una "constante" en su gestión, y no una "pose", y que espera obtener de los sindicatos y de los empresarios "complicidad" para poder alcanzar acuerdos.
GRANADO Y RUMÍ, SIGUEN.
En cuanto a la estructura del nuevo Ministerio de Trabajo e Inmigración, ya se ha confirmado la permanencia de Octavio Granado como secretario de Estado de la Seguridad Social y de Consuelo Rumí como secretaria de Estado de Inmigración y Emigración.
Falta conocer si Antonio González continuará al frente de la Secretaría General de Empleo. Según las fuentes consultadas por Europa Press, "no hay prisa" por configurar el equipo que trabajará con Corbacho, pues el Ministerio está "funcionando bien".
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