Se han unido para iniciar una lucha y hacer llegar al Gobierno sus reivindicaciones. Las empleadas del servicio doméstico quieren ser reconocidas con los mismos derechos laborales y prestaciones que el resto de trabajadores. Y no es para menos, a la luz de los datos que aportó ayer la recién constituida Plataforma Estatal de Asociaciones de Trabajadoras del Hogar -que aglutina ONG como Cáritas-. Esta organización denunció la precaria situación en la que se encuentra este colectivo: extensas jornadas laborales, sueldos bajos, sin pagas extraordinarias y sin derecho a subsidio por desempleo.
Su panorama resulta tan desolador que incluso ni siquiera existen estudios o informes fiables que contabilicen el número real de trabajadores que pertenecen a este sector. Lo que descubre otra realidad: el alto porcentaje, un 64%, de empleadas del hogar que se encuentran en la economía sumergida, es decir, dos de cada tres. Y lo demuestra el hecho de que sólo 271.055 estaban dadas de alta en la Seguridad Social el pasado febrero, mientras que existen 749.400 personas que trabajan en esta actividad según la última Encuesta de Población Activa de 2006. Claro que no todas tienen la obligación legal de cotizar: aquellas que invierten menos de 72 horas al mes en el servicio doméstico, un porcentaje muy pequeño.
Gran presencia de extranjeras
Como cabía esperar, el 91% de este colectivo son mujeres. De hecho, el servicio en el hogar es la tercera rama de actividad femenina en nuestro país, por delante incluso de la hostelería. Y la presencia de inmigrantes cada vez resulta más notoria. De las que cotizan a la Seguridad Social, el 68% son extranjeras -sobre todo ecuatorianas, colombianas y rumanas- y el 32% españolas.
Entre sus reivindicaciones, la nueva Plataforma quiere también un reconocimiento social por la labor que llevan a cabo estas mujeres. No sólo se ocupan del servicio doméstico exclusivamente, sino que también señalan su importante contribución al cuidado de los niños y de las personas dependientes. Aparte, es la mejora de sus condiciones laborales lo que más les preocupa. Se rigen por un real decreto de 1985 que regula el régimen especial en la Seguridad Social al que están sometidas. «Es una legislación obsoleta», criticó la presidenta de la plataforma, Luz Quintana. Por eso, quieren una nueva normativa que les reconozca los mismos derechos que al resto de trabajadores. Para ello, han iniciado una campaña de sensibilización -«Por un trabajo con derechos plenos de las trabajadoras del hogar»- por todo el país.
Las reivindicaciones
Creen que existen aspectos que tienen que cambiar. Por ejemplo, el descanso entre una y otra jornada es de forma general de 12 horas, sin embargo para las empleadas del hogar internas se reduce a ocho horas y para las externas a diez. Las pagas extraordinarias son dos de 30 días cada una, pero este colectivo disfruta de pagas de 15 días. No cuentan con subsidio por desempleo, no se les reconocen accidentes laborales y la baja por enfermedad es a partir del día 29, no desde el cuarto como el resto de trabajadores. Además, la indemnización por despido es de siete días (20 para el resto). Incluso se permite el contrato verbal en este colectivo. Ellas piden un contrato por escrito que recoja una jornada laboral de 40 horas semanales con sus descansos. «Hay internas que trabajan 14 horas diarias por 300 euros», señaló Quintana.
http://www.abc.es/20080419/sociedad-sociedad/cada-tres-empleadas-hogar_200804190310.html
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