Javier Conde, gerente de la EMT, lamentaba de que ‘los sindicatos no hayan sabido explicar a los trabajadores un preacuerdo que ellos mismos calificaron de ‘excelente». Conde también señaló a ABC que ‘lo que se ha rechazado es una subida salarial de 7.000 euros netos por cada trabajador a repartir en los próximos cuatro años’. Eso significa un incremento de 1.750 euros netos anuales.
El gerente de la empresa insiste en que la ‘EMT sí ha mostrado siempre su afán de negociar’ y por eso ‘llegó a un preacuerdo con los cinco sindicatos’ pero no entiende que no se desconvoquen los paros del 21,22 y 23 de abril cuando el 24 hay otra asamblea de trabajadores ‘y lo mejor -dice Conde- es que se haga en un clima de calma y no de tensión’.
Lo cierto es que el preacuerdo al que llegaron los sindicatos CC.OO., UGT, Sicam, CSI y Plataforma Sindical con la dirección de la EMT, no pasó el trámite asambleario. En la asamblea matutina, el 60 por ciento de los trabajadores de la EMT, reunidos en la sede madrileña de UGT, se opusieron al preacuerdo. Se mantenía la esperanza de poder reconducir el asunto por la tarde, pero en la asamblea también hubo un rechazo mayoritario.
Fue imposible frenar la huelga y, por lo tanto, a partir del lunes cerca de millón y medio de usuarios se verán, de nuevo, afectados.
El mencionado preacuerdo, firmado por los cinco sindicatos que integran el comité de huelga, establecía una subida salarial que oscila entre el 0,8 y el 1,1 por ciento por encima del Índice de Precios al Consumo (IPC) en los próximos cuatro años de vigencia del convenio colectivo a que hubiera habido lugar.
También se preveía la revisión salarial anual y la aceptación del 90 por ciento de las propuestas sindicales en materia de absentismo laboral.
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