La ralentización de la actividad económica coge fuerza. Los informes más recientes que obran en poder de los principales servicios de estudios sitúan el crecimiento de la actividad económica durante el primer trimestre del año en un rango del 2,7%-2,8%, la tasa más baja desde el último trimestre del año 2002.
Lo peor, con todo, no es esa tasa (todavía próxima al potencial de crecimiento de la economía española), sino que el deterioro de la actividad se irá acelerando a medida que pasen los trimestres. Hasta el punto de que, según las previsiones, el año cerrará con un PIB creciendo ya claramente por debajo del 2%. La causa de esta ralentización hay que buscarla en el pobre comportamiento del empleo.
Según la información que maneja uno de los institutos de coyuntura más sólidos del país “es altamente probable” que la economía española comience a destruir empleo a raíz del tercer trimestre de este año. De confirmarse estas previsiones, se trataría de un hecho desconocido desde la recesión de los años 92 y 93. Entre los especialistas en coyuntura está sorprendiendo la velocidad de ajuste en el empleo, que de crecer en tasas del 3% hace pocos trimestres ha pasado a aumentar apenas la mitad (en torno al 1,7% en términos interanuales, lo que significa que recoge información de los meses en que la ocupación se comportó de una manera más positiva).
El rápido ajuste de la actividad se puede observar en los datos adelantados del Gobierno. El Indicador Sintético de Actividad -calculado a partir de los principales indicadores de consumo- muestra un crecimiento de la economía del 2,5% en el primer trimestre, incluso por debajo de lo que estiman los institutos de coyuntura privados; pero hay que tener en cuenta que los datos publicados por Estadística están suavizados, por lo que al final el PIB que se anuncie será ligeramente superior a esa tasa de variación.
Rápido deterioro de la confianza
En términos intertrimestrales, el índice sintético refleja un incremento del 0,7%, lo que significa que si se anualizara ese resultado por los cuatro trimestres del año, eso daría que la economía habría crecido un 2,8% en los tres primero meses del año.
En su último informe de coyuntura, el servicio de estudios de la Caixa da un crecimiento del 2,8% hasta marzo, arrastrado por los tres componentes de la demanda interna: el consumo público y el privado y las inversiones (Formación Bruta de Capital Fijo).
Entre los expertos está sorprendiendo, igualmente, el rápido deterioro de la confianza en la marcha de la actividad, y que se manifiesta a través del Índice de Sentimiento Económico. Ese índice se situó en marzo en 83,9 puntos, es decir casi 15 puntos por debajo de la media del año 2007, lo que da idea del empeoramiento de las expectativas de los agentes económicos.
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