La dirección de la papelera Smurfit Kappa reiteró ayer a los representantes de los trabajadores que la decisión de cerrar la planta ubicada en Arroyo de la Encomienda, Valladolid, no tiene vuelta atrás y como única alternativa ofreció la posibilidad de recolocar a los 120 afectados en otras instalaciones con que cuenta en España.
El encuentro, el tercero de los mantenidos desde que el grupo hiciera pública su intención de cesar antes del verano la actividad industrial que desarrolla desde 1996 en Arroyo, no aportó grandes novedades respecto de la postura de la empresa, que, según explicó a Europa Press el secretario del comité, Herminio Baeza, insiste en que el cierre es "irreversible" y lo justifica en las elevadas inversiones que habría de hacer para cumplir la normativa medioambiental.
Sin embargo, para Baeza tal argumentación "no se sostiene y cae por su propio peso", máxime cuando la papelera vallisoletana no ha dado jamás pérdidas y sigue siendo una empresa viable y totalmente rentable, al tiempo que mostró su cautela ante el ofrecimiento de recolocación realizado por el grupo en otras de sus plantas repartidas por España, bien sea de la división papel, cartón o de sacos, no sólo porque la más próxima es la ubicada en Burgos, con el perjuicio que ello ocasionaría a los afectados, sino también debido a que ni siquiera les fueron concretadas las condiciones.
"La planta de Burgos es de cartón, no de papel como la de Arroyo, y por ello las condiciones salariales son distintas", advirtió Baeza, quien, a título particular, expresó su temor de que la estrategia de la dirección es utilizar el ofrecimiento de la recolocación como un "chantaje" para que los trabajadores acepten un nuevo puesto, sin garantía alguna y sin conocer la duración del mismo, a cambio de renunciar a la indemnización. "Eso roza la intimidación y es jugar con el miedo del trabajador".
En cualquiera de los casos, el secretario del Comité de Empresa reiteró que la postura de los trabajadores sigue siendo la de apostar por el mantenimiento de la actividad o, en su caso, que el grupo, "si es que no la considera viable, dé al menos la oportunidad a otros grupos empresariales interesados. "El problema es que ni contigo ni sin ti, y lo que quieren es retirar 130.000 toneladas de papel del mercado para provocar una aumento de los precios", denunció Baeza.
Los comentarios están cerrados.