El caos que caracterizó a la terminal 5 (T-5) del aeropuerto londinense de Heathrow desde que abrió sus puertas el pasado 27 de marzo ya se ha cobrado sus primeras víctimas en la compañía que ostenta en exclusiva el control de la terminal, British Airways (BA). La aerolínea confirmó ayer la salida del hasta ahora director de operaciones, Gareth Kirkwood, y del responsable de servicio al cliente, David Noyes.
Las bajas de Noyes y Kirkwood representan el primer movimiento de la aerolínea británica como consecuencia de las anulaciones de vuelos en cadena y la pérdida masiva de decenas de miles de maletas. Los extravíos se produjeron por el bloqueo en el sistema de equipaje, ideado para manipular 12.000 bultos por hora a lo largo de 18 kilómetros de cintas transportadoras.
Tras el caos, BA ha modificado sus planes iniciales al retrasar el traslado de los vuelos de largo recorrido a la nueva terminal, previsto inicialmente para finales de abril pero que se acometerá en junio. El presidente de la aerolínea, Willie Wilson, admitió ayer que el proceso podría no completarse hasta octubre.
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