El programa, que abarca a toda la Comunidad foral, ha sido presentado hoy en rueda de prensa por el consejero de Relaciones Institucionales, Alberto Catalán, y la directora de la Oficina de Atención a la Inmigración, María Jesús Vicente.
Se trata de un proyecto ‘pionero, novedoso e innovador’ que, según Catalán, ‘trata de facilitar la integración social de las personas inmigrantes a través del mejor entendimiento mutuo, la comunicación, el reconocimiento del otro, el desarrollo de la convivencia y la superación de posibles conflictos que se pudieran generar entre grupos sociales con culturas diferentes’.
El ámbito social de intervención tiene que ver con el motivo de la solicitud de la mediación y abarca los campos de lo jurídico administrativo, lo laboral, los servicios sociales, lo sanitario, lo educativo, lo familiar, la vivienda, la cultura o el ocio.
Los servicios que se van a prestar van a ser de apoyo lingüístico oral, escrito, interpretación de mensajes, transmisión de mensajes, información y orientación personalizada, búsqueda de información, asesoramiento sobre claves culturales, prevención de conflictos, negociación y conciliación, entre otros.
La mediación, que puede ser solicitada por cualquier ciudadano, se puede ofrecer tanto a una persona de forma individualizada como a una comunidad y correrá a cargo de unos profesionales seleccionados teniendo en cuenta unos perfiles ya determinados en cuanto a origen e idioma.
Así, se han establecido cuatro agrupaciones en cuanto origen; Latinoamérica, Magreb, Africa Subsahariana y países del Este, y como perfil idiomático deberá garantizarse, al menos, inglés, francés, árabe, búlgaro, ruso, rumano y aquellos dialectos locales de los perfiles de origen que se exigen.
El programa deberá contar además con un sistema informático de gestión que recoja todo el proceso y facilite la intervención. A través de él se gestionarán las peticiones de demanda y se determinará el mediador oportuno para cada caso.
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