Los primeros en notar la desaceleración económica están siendo los inmigrantes que han venido a España en busca de trabajo. Es el caso de muchos rumanos que, aún así, se resisten a volver a su país de origen. La mayoría apela al sueldo para rechazar la ola de ofertas de empleo que ha prometido el Gobierno rumano, sobre todo, en la construcción. No hay apenas diferencias en la cesta de la compra y aquí ganan el triple que en su país.
Kolumban lleva seis años en España y entre su sueldo y el de su mujer cobran cerca de 2.000 euros mensuales. De momento, no confía en las ofertas que vienen de Rumanía.
Mihail e Ilena llevan cuatro años en España. Él trabaja de oficial de primera y gana 1.500 euros al mes. Tienen dos hijos. Todos coinciden cada domingo frente a una iglesia ortodoxa en Alcalá de Henares donde viven casi 20.000 rumanos. Dentro de un mes vendrá su Gobierno a tentarles para que regresen a casa.
Las autoridades rumanas organizarán una "bolsa de empleos" en Castellón de la Plana los próximos días 12 y 13 de abril para atraer a emigrantes rumanos que trabajan en España y quieren volver a casa, una medida destinada a solucionar el problema de falta de mano de obra que afecta al país balcánico.
Así lo informó en Bucarest el Ministerio rumano de Trabajo y Solidaridad Social (MMFES), que enviará sus propios expertos a España, junto a empleadores y funcionarios de la Agencia Nacional para Ocupación de la Fuerza de Trabajo, de la Casa Nacional de Pensiones, de la Casa Nacional de Seguros de Salud, del Ministerio para Empresas Pequeñas, Medianas, Turismo y Profesiones Liberales.
Los rumanos residentes en España recibirán información sobre los puestos de trabajo vacantes en Rumanía, las tendencias de evolución del mercado del trabajo, las oportunidades para abrir un negocio, para su financiación, uso de fondos europeos y formación profesional.
"Si tenemos déficit de fuerza de trabajo es preferible conseguir que los rumanos vuelvan a casa, antes que traer mano de obra de Asia, África u otras partes", declaró a la prensa el ministro de Trabajo, Paul Pacuraru.
Según Pacuraru, actualmente hay medio millón de empleos vacantes en varios sectores de la economía rumana.
Por otro lado, las autoridades rumanas cooperan con las españolas en una campaña de información para desalentar a los rumanos a que acepten trabajo ilegal, añadió el ministro.
Esta experiencia ya cuenta con un antecesor: Una bolsa de trabajo similar a la prevista fue organizada el pasado 23 de febrero para los rumanos que trabajan en Italia.
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