El nuevo ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, aseguró hoy que afronta el reto de formar parte del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero "con ilusión y entusiasmo", durante una visita a la Ciudad de la Justicia, de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), en la que recibió numerosas felicitaciones.
Corbacho explicó que Zapatero le llamó para proponerle el cargo el pasado miércoles, mientras viajaba a Madrid en Ave para recoger un premio del Salón Sima para el Ayuntamiento de L’Hospitalet.
Respecto a Trabajo, Corbacho señaló que las bases "serán las directrices marcadas" por Zapatero en el discurso de investidura, y que su prioridad será "trabajar en diálogo con los sindicatos y patronales laborales". En este sentido, dijo: "Potenciaremos el diálogo para que haya más empleo, sobre todo, para las mujeres".
En Inmigración, el nuevo ministro remarcó que "el objetivo es gobernar el fenómeno", y añadió que "no se tiene que criminalizar, ya que tiene un efecto positivo para la economía".
Corbacho afirmó que los inmigrantes deben tener "los mismos derechos, sin discriminación", y el objetivo final tiene que ser que "la comunidad participe de unos mismos valores más allá de las creencias de cada uno".
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