Cerca de 6.000 trabajadores de la planta de producción del fabricante rumano Dacia, propiedad del consorcio francés de automóviles Renault, en Pitesti (Rumanía) se manifestaron ayer, después de más de tres semanas de huelga, para demandar un aumento del 65% del sueldo base, que ha sido calificado como "poco realista" por la dirección de la factoría.
Las protestas se enmarcan dentro de la demanda de los sindicatos de la fábrica de una aumento de sueldo para los empleados, ya que alegan que los salarios no están en línea con la productividad y los beneficios que genera cada trabajador de este centro de Pitesti.
Los trabajadores de esta fábrica, en la que se produce el modelo Logan de la marca Dacia, ganan 819 dólares (525 euros al cambio actual) mensuales brutos.
La dirección de la planta de producción propuso una subida de este salario de 109 euros mensuales, mientras que los sindicatos y los trabajadores reclaman un incremento cercano a los 300 euros mensuales.
El representante del sindicato en la planta de Renault, Ion Iordache, explicó que tanto la organización sindical como los empleados de la instalación tienen previsto mantener la huelga "hasta que sus demandas sean atendidas". Esta protesta se ha convertido en la mayor huelga en la industria de automoción de Rumanía desde 1989.
Esta protesta, que dio comienzo hace 18 días, ha tenido un coste de más de 50 millones de euros para la compañía automovilística, lo que supone superar los 3 millones de euros al día, según indicaron fuentes cercanas a Renault.
Estas cifras están en línea con las estimaciones realizadas por diferentes analistas que señalaron que estas tres semanas de huelga supondrán unas pérdidas para la firma del rombo de entre 35 y 40 millones de euros.
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