Hay oficios que indudablemente conllevan un alto nivel de estrés: controladores aéreos, bomberos, taxista en una gran ciudad, etc. Ahora resulta que a los trabajadores agobiados se les puede sumar una profesión recién estrenada, la de bloguero profesional.
Que nadie piense que su vida es idílica porque trabajan en lo que les gusta, se organizan su jornada laboral o tienen la oficina en casa. Todo lo contrario, especialmente si están especializados en el sector de la tecnología, donde la necesidad de mantenerse constantemente informados y contar antes que la competencia las últimas novedades constituye un explosivo cóctel que puede generar ansiedad y causar todo tipo de males físicos y psíquicos. Blogueros profesionales, tómenselo con calma: la salud está antes que un enlace o un comentario en un post.
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