El Juzgado Penal Uno de Logroño ha condenado a una multa de 3.000 euros por una falta de homicidio por imprudencia leve a dos encargados de una constructora, por incumplir las medidas de seguridad en una obra, en la que falleció un operario tras un accidente laboral.
La sentencia explica que los dos acusados eran los apoderados de una empresa que se encargaba de los trabajos de construcción de una bodega de la construcción de una vivienda unifamiliar en San Asensio (La Rioja). En septiembre de 2004, uno de los obreros se cayó de una altura de cuatro metros y sufrió un traumatismo craneoencefálico, que le causó la muerte dos días después.
En la obra no había protecciones para evitar caídas de altura, los trabajadores tampoco utilizaban sistemas autorizados ni cumplían las medidas de protección incluidas en el plan de seguridad laboral.
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