La Administración ha nombrado ya al instructor de dicho expediente, que será en el que se resuelva en qué tipo de falta ha incurrido el trabajador -que todos los indicios parecen indicar que se calificará como ‘muy grave’- y, en su caso, si se aprecian elementos constitutivos de delito, de ponerlo en conocimiento de las autoridades judiciales.
Los hechos ocurrieron el pasado mes de marzo, cuando un empleado de la Biblioteca Valenciana –vinculado a la institución con un contrato laboral temporal– fue descubierto cuando intentaba sacar de las instalaciones del Monasterio de San Miguel de los Reyes un ejemplar completo del Quijote.
Este individuo tenía ya otros libros en su domicilio, y ya ha realizado una devolución de estos fondos a los responsables de la biblioteca.
No obstante, éste es el primer incidente de estas características del que se tiene constancia e, incluso, la actual directora general del Libro, Silvia Caballer, se ha puesto en contacto con su predecesor en el cargo, Vicente Navarro de Luján, quien también le ha informado que durante su gestión no se registró ningún hecho de este tipo.
Sobre el expediente iniciado, que se encuentra en fase de realización, la Conselleria ha nombrado de inmediato al instructor y ha informado al comité de empresa para que se pronuncie sobre la suspensión cautelar de empleo y sueldo que está previsto imponer al trabajador, aunque la decisión de este organismo no es vinculable, recordaron las mismas fuentes.
Los encargados de la seguridad del centro emiten cada día un parte sobre las posibles incidencias que se puedan producir e insistieron en que el coordinador de la seguridad de la biblioteca, quien ejerce el cargo durante los últimos cuatro años, no ha tenido constancia de ningún hecho de esta clase.
Fueron los propios trabajadores de la Biblioteca Valenciana los que dieron la voz de alarma sobre la actitud ‘sospechosa’ de este trabajador.
La Biblioteca Valenciana tiene su origen en la donación de la Biblioteca Nicolau Primitiu en 1979.
A partir de ese momento, muchas otras bibliotecas se han ido incorporando a lo largo de los años, así como los fondos bibliográficos procedentes del depósito legal y les adquisicions realizadas por la Generalitat valenciana.
Posee asimismo un amplísimo fondo de hemeroteca y gráfico.
Entre las piezas más valiosas que se custodian en el Monasterio, figuran uan colección de 2.562 manuscritos, 6.250 impresos de los siglos XV a XVIII y más de 30.000 dibujos originales.
Igualmente, una valiosa colección de ediciones facsímiles, el Departamento del Exilio Republicano Valenciano con las bibliotecas de Guillermina Medrano y Rafael Supervía, y de Vicente Llorens, los archivos personales de Manuel Sanchis Guarner y Nicolau Primitiu, junto con la copia microfilmada del archivo de Joan Fuster, que sólo pueden ser consultados con las cautelas establecidas y en el marco de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano.
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