La Delegación de Personal del Ayuntamiento de Córdoba anunció ayer que ha detectado irregularidades en el último proceso de selección de porteros para la bolsa de trabajo del Consistorio.
«Hemos sabido que tres personas encargadas de la comisión de selección tienen parentesco con algunos de los que optaban a las vacantes», explicó ayer Victoria Fernández, delegada de Vivienda y Recursos Humanos. Fueron unas sorprendentes declaraciones de la que actuó ayer como portavoz del cogobierno, que, a la par, intentó restar importancia al asunto: «A veces no sabes que se presenta un familiar hasta que no te lo encuentras en el tribunal».
La cuestión afecta a 30 opositores que realizaron dos pruebas de actitud y conocimiento, para optar, en función de su puntuación, a sustituciones por bajas temporales o indefinidas en el Ayuntamiento.
Fernández tampoco quiso ayer dejar lugar a la duda por lo que «repetiremos la prueba cuanto antes, eliminando de los procesos selectivos a los funcionarios implicados». El Consistorio comunicará la noticia a los afectados el próximo lunes para que vayan preparándose para repetir pruebas.
La delegación de Personal abre así un expediente informativo donde pretende aclarar que podría haber ocurrido. La ley dicta que ningún examinador puede tener relaciones personales con los candidatos a ocupar plaza de funcionario público, en este caso a labores de portería. Por tanto, el Ayuntamiento debe garantizar que el proceso sea «transparente, en condiciones de igualdad y en función, única y exclusivamente, del mérito», aseguró la responsable del ramo.
Victoria Fernández no quiso ayer aclarar de quién se trata ni en qué medida ha afectado al proceso de selección, «aunque estamos dispuestos a decubrir qué ha ocurrido y, si es necesario, adoptar medidas». El caso obligará a repetir todo el proceso y a depurar responsabilidades. Fernández sólo pudo adelantar ayer que «se trata de distintas personas a distintos niveles».
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