Más de 1.200 mujeres conducen un taxi en la Comunidad de Madrid, lo que supone un 30 por ciento más de lo que había en la región hace dos años, según informó el presidente de Agetaxi Madrid, Paco Esteban Lucas.
Lucas explicó a Europa Press que el número de mujeres al volante ha aumentado en los últimos 24 meses de una manera ‘espectacular’, sobre todo porque ha disminuido el miedo, aunque el sector del taxi sigue teniendo un alto índice de peligrosidad laboral, y porque ‘salvo las mujeres tituladas, en ningún trabajo se conseguiría el sueldo que gana una taxista’.
El presidente de la Asociación indicó que el sueldo mínimo en nómina de una taxista se sitúa en torno a los 900 euros, con el porcentaje añadido de las ‘carreras’ que se hagan al día. Lucas explicó que con estos sueldos, muchos son los casos de mujeres que se meten al taxi para trabajar con su marido y contribuir a pagar la licencia o el propio coche.
‘Esta tendencia es muy típica pero no suelen durar mucho. Cogen el taxi al principio para sacar adelante el trabajo e intentar pagar todo cuanto antes pero es muy difícil mantener esta situación por los inconvenientes de compaginar la vida laboral con la pareja’, señaló Lucas.
El presidente de Agetaxi recordó que la primera mujer que se subió al volante de este transporte público fue una joven rusa que desde 1974 y hasta mediados de los 90 formó parte del pequeño grupo de mujeres, que no empezó a aumentar precisamente, hasta este momento.
Sin embargo, este incremento de los últimos años aún deja un número bajo de mujeres en esta profesión ‘que sigue estando muy masculinizada’, apuntó Lucas. Así, la región cuenta con 15.646 taxis, cerca de 19.000 taxistas, de los cuales 4.000 son titulares de licencias, y el resto, conductores asalariados.
PLAN DE ACCESO A LA PROFESIÓN
Según el dirigente de Agetaxi, el número de mujeres taxistas todavía no es ‘el deseable’ porque aún existen barreras económicas para conseguir el carnet BTP, fundamental para conducir un transporte público, y los cursillos para obtener la cartilla municipal, el permiso del Ayuntamiento para ser taxista, siguen siendo costosos.
Por ello, la Asociación presentó el pasado verano a la Consejería de Empleo y Mujer un plan de acceso a la profesión para mujeres en el que se solicitaba ayudas para introducir a este colectivo en el sector, a través de cursillos gratuitos para las desempleadas que les permitiera el acceso al examen que hace el Ayuntamiento y en el que se exige el conocimiento de las calles, los recorridos de los hospitales, museos, embajadas, entre otros.
Lucas indicó que la propia asociación correría a cargo de la formación, y que además, firmarían contratos de colaboración con las autoescuelas para ayudar también a sacar el propio carnet BTP. El presidente subrayó que ‘aún no han recibido respuesta’ , resaltando la importancia que supondría llegar a un acuerdo como éste, que ya se está aplicando en otros medios ‘como los del autobús’.
‘Hay demanda de empleo y se necesita mano de obra porque se está teniendo problemas para tener conductores. Vienen muchas mujeres pero sobre todo siguen llegando hombres, casi siempre provenientes del mundo de la construcción’, apuntó Lucas, que hizo hincapié que Planes como el propuesto sería adecuado para atender a esta demanda.
Por su parte, el presidente de la Asociación del Gremial del Taxista, José Luis Funes, indicó que aunque hay un incremento significativo en los últimos años, aún no es el suficiente porque las mujeres todavía tienen miedo.
Funes explicó que desde el asesinato del taxista Aníbal Aguilera, que perdió la vida el pasado 21 de octubre, el Ayuntamiento de Madrid se comprometió a incrementar las subvenciones dirigidas a los equipos de seguridad de los taxis en un 30 por ciento y a adoptar medidas para evitar casos como éste.
Un equipo de seguridad completo estaría compuesto por mamparas, cámaras interiores de grabación y GPS unidos al taxímetro que tiene conexión directa con la Policía Municipal y el servicio de Emergencias 112. El coste total de su instalación supondría cerca de 3.000 euros, y de momento, el Consistorio sólo se hace cargo del 20 por ciento.
‘Hay muchas mujeres que todavía no se plantean este futuro profesional debido a la peligrosidad laboral del taxi y a la falta de medidas de seguridad. Sería necesarios, por ejemplo, estos apoyos’, apostilló.
Aun así, indicó que el incremento de mujeres taxistas en la región ‘es destacable’, y que junto con el colectivo inmigrante, sobre todo procedentes de Latinoamérica y Países del Este, son los que más han crecido en los últimos tiempos. ‘El mercado laboral está como está, el trabajo de taxista ofrece ingresos interesantes y además, libertad de horarios’, apuntó el presidente de la Gremial, asegurando que éstas son las razones principales por las que ambos colectivos deciden ponerse al volante del taxi.
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