En España, donde residen más de 400 000 ecuatorianos, el aporte mensual a la Seguridad Social puede sobrepasar los 46 millones de dólares.
Ese cálculo se establece multiplicando el aporte base de 130 euros mes por los 281 918 ecuatorianos que cotizan a la Seguridad Social.
Juan José Serrano, encargado de Asuntos Laborales en la Embajada de España en Quito, indica que el aporte para los trabajadores del hogar, “que es uno de los más bajos”, está en la actualidad entre los 130 y 140 euros al mes. Es decir, entre 165 y 177 dólares.
Mas, 46 millones de dólares es una cifra aproximada, ya que, según datos entregados en el IESS, hay casos de connacionales residentes legales en ese país que muestran aportes de hasta 800 euros al mes (1 016 dólares).
Esos números surgieron a raíz de que en Ecuador, desde febrero, se profundizó en la aplicación del Convenio de Seguridad Social Hispano-Ecuatoriano.
Este es un acuerdo general que data de 1960. En él se establecen los derechos sobre esta materia a los que pueden acogerse los españoles o ecuatorianos que han emigrado hacia esos dos destinos.
Hace 46 años, la aplicación y la vigencia del Convenio binacional no revestía mayor importancia, reconoce Serrano. Pero ahora, con un proceso migratorio tan extendido, su utilidad no deja de destacar.
El acuerdo tiene dos componentes básicos: el de pensiones y el de prestaciones médicas.
Según el primero, los ecuatorianos como los españoles tienen derecho a recibir sus pensiones ( de vejez, invalidez, montepío) sumando los aportes que hicieron en la seguridad de los dos países.
De esta forma, si un trabajador ecuatoriano aportó 10 años al IESS y luego emigró a España, donde aportó 20 años más, la suma de los aportes valida el acceso a la pensión de jubilación.
Eso sí, en el IESS explican que “no hay traslado de pensiones, pero sí se suman esos tiempos”.
Así, en el ejemplo anterior, ese trabajador tendrá derecho a “dos pensiones: una por el cálculo proporcional a su aporte en Ecuador y otra por su aporte en España”.
Gracias al acuerdo, en la actualidad se tramitan en el IESS de 50 a 60 pensiones al mes, de invalidez y de montepío, básicamente.
Pero lo que es beneficio para los afiliados es preocupación para el IESS. Según este organismo, el ejercicio entre ingresos y egresos “está perdiendo el equilibrio”.
En esta institución se señala que por ahora hay muy pocos egresos derivados del cumplimiento del Convenio, algo que pudiera cambiar en “unos 10 ó 15 años” .
Cálculos de esta entidad señalan que de los más de 281 000 ecuatorianos que cotizan en España, unos 150 000 pudieran tener aportes también en Ecuador.
“Cuando esas personas se acojan a su jubilación no sabemos si el IESS podrá enfrentar esos egresos adicionales”, dicen.
Bajo este concepto, la seguridad social de España se nutre de los aportes de los trabajadores ecuatorianos y de 10 países más de fuera de la órbita de la Unión Europea (UE), “mientras que las cotizaciones en el IESS descienden”.
Según el Fondo Presupuestario Anual de este organismo, en el 2006, el Seguro General de Pensiones recibirá 816,1 millones de dólares como ingresos y tendrá egresos de 912,2 millones.
Pero los inconvenientes, según el IESS van más allá. Según los registros de esa entidad, 637 448 de sus afiliados tienen menos de 40 años de edad. Es decir, están en plena edad productiva y de total capacidad de aportar, mientras que los aportantes que están por sobre los 50 años de edad, suman 263 306 afiliados que en poco tiempo pudieran dejar de cotizar para servirse de la jubilación.
Paradójicamente, con la emigración, el país perdió gran cantidad de trabajadores jóvenes que pudieron haber equilibrado esa balanza. Así, se calcula que de los 281 000 ecuatorianos afiliados en España, unos 250 000 tienen menos de 45 años de edad.
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