La Federación Minerometalúrgica CC.OO. ha mostrado su preocupación por los posibles efectos en la plantilla que pueda acarrear la reorganización internacional del Grupo ThyssenKrupp, informó el sindicato.
Asimismo, recordó a la compañía de mantenimiento de ascensores que debe negociar con los sindicatos cualquier situación con posibles efectos sobre el empleo, y exigió al grupo que defina cuál es su estrategia de producción en Europa y en España.
Actualmente, el Grupo Thyssenkrupp emplea cerca de 6.400 personas en España, de los que 4.300 forman parte de la división Elevator.
CC.OO. recordó el caso de la empresa asturiana Thyssen Guss cuando cerró su actividad y cuya maquinaria y producción fueron vendidas a una empresa austriaca, y que tras las negociaciones mantenidas por el sindicato sus trabajadores fueron recolocados en empresas del grupo en Mieres.
Respecto al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Electric Lift Equipments (ELE), empresa de diseño y fabricación de productos electrónicos para los ascensores de ThyssenKrupp, exigió que todo excedente de mano de obra sea recolocado, ya que "Thysse-Krupp no puede prescindir de mano de obra cualificada".
Asimismo, el sindicato apuntó a las negociaciones que la empresa tiene abiertas con posibles compradores de ThyssenKrupp Servicios Técnicos, y pidió que mantenga informados a los sindicatos de los pasos en el proceso, en especial, a los concernientes a plantilla.
RIESGO PARA LAS PLANTAS ESPAÑOLAS
CC.OO. denunció también la desaparición de Thyssenkrupp Automotive como segmento dentro de TKAG y la inclusión de su actividad en la parte tecnológica del grupo que, según el sindicato, puede perjudicar la viabilidad de ambos centros, el de Alonsótegui (Vizcaya) con más de 100 trabajadores y el de Villaverde (Madrid) que cuenta con 300 trabajadores.
Por todo ello, apuntó que en la medida en que no se cumplan sus exigencias, no descarta realizar acciones que considere necesarias.
En 2005, la compañía facturó en España alrededor de 1.500 millones de euros.
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