Las mujeres sufren una múltiple discriminación a la hora de entrar en el mercado laboral, al sumarse a la barrera sexual factores como la edad, la situación familiar, la discapacidad, la condición de inmigrante o la etnia, según un estudio realizado por la Fundación Salud y Comunidad.
Basado en entrevistas a mujeres, empresas e intermediarios laborales, el informe muestra cómo la situación se agrava para las mujeres que son madres de familias monoparentales, ya que las empresas exigen dedicación, flexibilidad y disponibilidad y esos requisitos generalmente se asocian al rol tradicional masculino, en el que la persona funciona independientemente de la vida familiar.
El estudio se enmarca en el proyecto de la Fundación Promoción de una cultura laboral no discriminatoria.
Su responsable, Dara Ljubojevic, destacó que el objetivo principal es, además de sensibilizar a las empresas, tratar cada caso en su contexto y buscar la solución más conveniente a las características de la mujer, no una planteamiento general.
Según apuntó, el trabajo realizado constató que "a lo mejor no es posible superar todas las barreras, por lo que algunas hay que ignorarlas, mientras que contra otras sí que se puede luchar".
Las entidades de inserción laboral, añadió Ljubojevic, son conscientes de la citada discriminación, aunque sienten que tienen poco margen de acción para influir.
Así, los procesos de selección de candidatos siguen perpetuando la desigualdad de oportunidades entre los diferentes ciudadanos, dejando a determinados colectivos en clara situación de desventaja.
Este proyecto comenzó en 2004 y en un primer momento se planteó como una valoración en general del mercado laboral, escogiendo después a la mujer como el eje principal de investigación.
Se comenzó con 50 mujeres que ya habían encontrado obstáculos en su camino hacia el mundo laboral y que habían acudido a algún centro de ayuda y, a medida que avanzó la investigación, se abrió a las empresas y a los intermediarios del mercado de trabajo, como las empresas de trabajo temporal o las consultoras.
Las conclusiones del estudio, financiado por el Fondo Social Europeo a través e la Fundación Luis Vives, se han presentado en forma de guías que se han repartido entre representantes de pequeñas y grandes empresas y entre asociaciones que trabajan con temas de mujeres.
Los comentarios están cerrados.