Las ayudas a los trabajadores afectados por procesos de reestructuración de empresas vienen costando más de 250 millones de euros anuales a empresas y Administración desde el año 2003, según datos del Ministerio de Trabajo a los que tuvo acceso Europa Press.
En concreto, en 2005, último año para el que hay datos disponibles, las ayudas por reestructuraciones empresariales ascendieron a 294,6 millones de euros, un 10,24% más que en 2004, cuando el gasto alcanzó los 267,4 millones de euros.
La mayor parte de este dinero se canaliza a través de ayudas previas a la jubilación ordinaria, mientras que el resto corresponde a lo que se conoce como ayudas extraordinarias. El año pasado, las primeras alcanzaron los 266,5 millones de euros, un 8,2% más que en 2004, en tanto que las extraordinarias ascendieron a 28 millones de euros, un 34,3% más.
Estas últimas tienen por objetivo atender situaciones de urgencia que permitan facilitar los procesos de reestructuración de empresas y/o contribuyan al mantenimiento del empleo.
Por su parte, las ayudas previas a la jubilación ordinaria se solicitan por empresas en procesos de reestructuración, siendo requisito necesario la previa y expresa conformidad del trabajador que debe, asimismo, cumplir los requisitos establecidos en la normativa vigente.
La finalidad de estas ayudas, cuya financiación corresponde a la Administración y a las propias empresas, es proporcionar a los trabajadores afectados una cobertura económica entre el tiempo que transcurre desde que salen de la empresa (por ERE o por extinción de contrato), hasta que alcanzan la situación de jubilación en su modalidad contributiva.
LA INDUSTRIA ACAPARA LAS AYUDAS.
De acuerdo con los datos manejados por Trabajo, un total de 3.028 trabajadores recibieron el año pasado ayudas económicas por procesos de reestructuración en sus empresas, cifra que representa un aumento del 1,3% sobre el número de beneficiarios registrado en 2004.
De esta cantidad, 2.066 trabajadores se beneficiaron de subvenciones previas a la jubilación ordinaria, mientras que 962 percibieron ayudas extraordinarias.
De los 266,5 millones de euros que se destinaron el año pasado a ayudas para jubilación, 134,6 millones fueron financiados por la Administración y 159,9 millones, por las empresas.
Además, el sector industrial fue el que concentró la mayor parte de las ayudas a la jubilación, con 2.014 beneficiarios y un gasto total de 259,6 millones de euros, un 12,9% más que en 2004. El sector servicios, por su parte, aglutinó a 52 perceptores, ascendiendo las ayudas a 6,8 millones de euros.
PAÍS VASCO Y ANDALUCÍA, A LA CABEZA.
Por comunidades, País Vasco fue la región con más beneficiarios en 2005, con un total de 708. El importe de las ayudas ascendió a 75,5 millones de euros, por delante de los 43,9 millones de Andalucía, la segunda comunidad con más beneficiarios (656).
Tras estas dos comunidades se situaron Madrid y Cantabria, con 366 y 328 perceptores, y unas ayudas por valor de 29 y 34,8 millones de euros, respectivamente.
En el lado contrario, Baleares, con sólo dos trabajadores afectados y un gasto total en ayudas de 331.302 euros, y Navarra, con 31 perceptores y un gasto de 4,1 millones de euros, fueron las comunidades donde se registraron menos beneficiarios durante 2005.
Los comentarios están cerrados.