Todo parecía indicar que la reunión en la Delegación de Empleo de la Junta de Andalucía, entre los sindicatos, los trabajadores afectados y la empresa Café Capuchinos sería un puro trámite, consistente en redactar el preacuerdo verbal al que llegaron las partes el lunes pasado. Sin embargo, los sindicatos decidieron no firmar el documento que la empresa presentó en dicha asamblea.
El escrito recoge cuatro puntos que intentan responder a las quejas presentadas por las organizaciones sindicales tras la presentación del expediente de suspensión de nueve empleos.
El punto de fricción, según Rafael Estévez, secretario del sindicato provincial agroalimentario de CC.OO., es el segundo apartado en el que se recoge que el expediente sólo afectará a seis empleos y no a nueve. Los tres restantes serían cubiertos con una plaza de limpiadora y dos para autoventa.
Estévez aseguró que en los dos puestos de autoventa, consistente en el transporte de productos y búsqueda de mercado, ‘es imposible alcanzar un buen sueldo porque la mayor parte son incentivos y suele ser un empleo que dura unos veinte días’. También se quejó del trastorno que supondría para los trabajadores contratados porque, ‘primero, no están formados para esto y, segundo, es un impacto fuerte el tener que trasladarse a Badajoz y Málaga’ en referencia a las dos rutas comerciales que tendrían que hacer.
Además, cree que la empresa ‘ha hecho una encerrona’, al considerar ‘vinculante’ esta cuestión con la de los complementos al sueldo de desempleo, recogidos en el primer punto.
Alfonso Bogayo, representante de UGT, cree que será injusto contratar a tres y descartar al resto.
La empresa redactó un tercer apartado que recoge la negociación de los despidos cuando se produzca el traslado de la sede a Villafranca. En el último apartado, la firma se compromete a dar empleo a las personas paradas mientras Estévez teme que ‘sea más autoventa’.
Los trabajadores seguirán realizando movilizaciones hasta que no lleguen a un acuerdo entre las partes.
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