El Banco suizo USB ha publicado un informe comparando el coste de la vida y el nivel adquisitivo de 71 destacadas ciudades del mundo. El estudio concluye que en conjunto Barcelona es más cara que Madrid, así las cosas, un barcelonés debe trabajar dos minutos más que un madrileño para conseguir comprarse un Big Mac.
Según la citada investigación, Oslo, Londres y Copenhague son las ciudades más caras de las 71 grandes metrópolis analizadas. Barcelona ocupa el puesto 28 en el ranking y Madrid el 31.
Un dato curioso: el tiempo que debe invertir cada trabajador para ganar el dinero suficiente que le permita comprar un Big Mac –la hamburguesa “prototipo” que se vende en los McDonalds-. A un madrileño le bastan diecinueve minutos de su jornada laboral para poder adquirir un Big Mac, mientras que un barcelonés debe rendir en su puesto de trabajo veintiuno.
Si de lo que se trata es de ropa, el estudio concluye que la de caballero es más cara en Barcelona que en Madrid, pero la ropa de señora es más barata en la Ciudad Condal. El informe basa las cifras analizando lo que cuesta un conjunto de ropa de buena calidad de hombre –incluye traje, chaqueta, camisa, vaqueros, calcetines y zapatos- y de mujer –incluye traje, chaqueta, vestido de verano, medias y zapatos-.
Así las cosas, el conjunto anteriormente señalado para caballero cuesta 750 dólares en Madrid y 790 en Barcelona. El conjunto de mujer cuesta 560 dólares en la capital y 530 en la ciudad olímpica.
Comer en un buen restaurante en Madrid sale por una media 37 dólares, mientras que en Barcelona es dos dólares más barato, 35. En cambio, pernoctar en la Ciudad Condal es sensiblemente más caro que en la capital. Una habitación doble con desayuno incluido en un hotel de cinco estrellas madrileño cuesta una media de 370 dólares, veinte menos que en Barcelona: 390. En un tres estrellas la diferencia sigue siendo la misma: 140 dólares en Madrid y 160 en Barcelona.
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