Uno de cada dos contratados temporales no puede planificar su vida a corto plazo ya que desconoce el tiempo que permanecerá en su puesto de trabajo y uno de cada cinco de ellos ni siquiera sabe cuál es la tipología de su contrato. Estas son algunas de las conclusiones extraídas de la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para el segundo trimestre de 2006. En ella se desvela que de los 16.111.500 personas que trabajan en España por cuenta ajena, más de cinco millones y medio lo hace con contratos eventuales.
Estas cifras elevan la tasa de temporalidad laboral hasta el 34,3% entre abril y junio de 2006, mientras que en la EPA para el segundo trimestre de 2005 esta proporción se situaba en un 33,2%. Para intentar enmendar esta tendencia y mejorar la calidad laboral, el pasado 9 de junio el Gobierno aprobó la llamada reforma laboral, que consiste en un paquete de medidas que modificaron el Estatuto de los Trabajadores con el objetivo de recortar esa relación hasta el 26,5%.
El principal indicador de la precariedad en el empleo es la duración de los contratos, ya que de ella depende el futuro y la capacidad que un trabajador tiene para poder planificar su propia vida. Ante la pregunta “¿cuánto tiempo durará su contrato?”, el 45,6% de los encuestados por el INE (2.532.100 personas) no supo qué contestar. La mayoría de ellos (1.664.500 personas y el 30% sobre el total de asalariados temporales) al menos conocía que su puesto actual se prolongaría más de un mes, mientras 822.300 personas desconocían totalmente cuál sería su destino laboral.
La estadística señala que lo más habitual es que se prolonguen entre cuatro y seis meses y así ocurre en uno de cada cinco contratos temporales (19,43% y 1.077.100). A continuación, están aquellos que conservan el mismo puesto de trabajo entre uno y dos años (9,4% y 524.200 contratos) y, tras ellos, los que superan los 6 meses pero no llegan a completar el año (6,3% y 352.400 contratos). Según la EPA, entre abril y junio, se firmaron hasta 22.400 contratos para un solo día, un 0,4% del total de los eventuales.
Desconocimiento
La tipología del acuerdo contractual alcanzado entre empleado y empresario es otro de los datos fundamentales que permiten a un trabajador conocer cuáles son sus derechos y obligaciones. Sin embargo, la encuesta refleja que entre los temporales, casi un millón (999.100 personas) desconoce cuál es la relación laboral que le vincula con la empresa.
El tipo más frecuente es ‘por obra o servicio determinado’ con una tercera parte sobre el total de contratos inestables (34,8% y 1.928.600 contratos), mientras los ‘eventuales por circunstancias de la producción’ (918.000) representan el 17,8% del total. Como temporales se contabilizan también los 419.100 contratos por sustituciones, 332.300 estacionales, los 200.400 contratos de formación, los 83.800 en periodo de prueba o los 464.900 contratos verbales.
Mujeres y jóvenes
En la presentación en sociedad de la reforma laboral, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, afirmó que los cambios introducidos van dirigidos especialmente a mejorar la situación de mujeres y jóvenes. En el segundo trimestre del año, de los cinco millones y medio de trabajadores temporales un 46,1% eran féminas (2.558.300 personas), mientras que en la EPA para el mismo periodo de 2005 suponían un 44,6%. La inestabilidad laboral creció entre las mujeres un 11,6% en el último año, mientras que entre los varones esa tasa permaneció por debajo del 5%.
Por su parte, los jóvenes son quienes padecen las peores condiciones en el empleo. Los trabajadores con edades comprendidas entre los 20 y los 29 años representan un 38,94% (2.158.200 personas) sobre el total de asalariados con contratos temporales, mientras que aquellos que están en la treintena suponen el 30,3% del total (1.684.300 personas). La proporción cae en la cuarentena hasta el 17,1% (952.200 personas) y queda en el 7,1% (394.500 personas) para los asalariados entre 50 y 59 años.
La Encuesta de Población Activa tiene un carácter trimestral y es por ello que habrá que esperar hasta el próximo mes de octubre (cuando se publiquen los resultados obtenidos entre julio a septiembre) para poder analizar las primeras repercusiones de la reforma laboral emprendida por el Gobierno y los agentes sociales.
Los comentarios están cerrados.