La Consejería de Sanidad ha empezado a hacer sus cuentas y si hasta hace poco eran las obras de los edificios las que acaparaban la atención, ahora, con los trabajos ya encarrilados, toca ‘vestir’ los futuros centros. No será hasta finales de verano cuando queden ultimadas las necesidades de personal, pero en la Administración regional ya tienen claras unas cifras como punto de partida. En total, se necesitarán 1.200 médicos de todas las especialidades médico-quirúrgicas y otros 3.200 profesionales sanitarios más -entre enfermeras, técnicos, auxiliares y demás empleados- que completarán las plantillas necesarias para poner en marcha las ocho nuevas infraestructuras.
En total, la región precisará de unos 4.500 nuevos trabajadores para rentabilizar los equipamientos que se están construyendo, lo que abre la puerta a la llegada de profesionales de otras regiones y facilita la movilidad laboral dentro de los propios hospitales de Madrid. De momento, la fórmula de contratación no se ha hecho pública y será a la vuelta de las vacaciones cuando se ultimen los trámites. Mientras llega ese momento, los trabajos en los ocho solares elegidos para levantar los complejos sanitarios siguen a buen ritmo para cumplir plazos. El objetivo es que las obras sean entregadas antes de que termine la legislatura y por eso todos los plazos de ejecución rondan los 14 y 18 meses. Si las previsiones se cumplen, el primero será el de Aranjuez, que estará listo en marzo próximo. Sólo uno de los ocho edificios quedará pendiente de entrega después de mayo de 2007. Es el caso del futuro Hospital Puerta de Hierro, que se traslada a Majadahonda, y que por su envergadura no podrá estar terminado hasta noviembre de ese año.
De hecho, serán casi 700 las camas de hospitalización convencional previstas inicialmente para este centro, frente a las 180, por ejemplo, del Hospital de Parla o las 90 del Hospital de Aranjuez. La que ya está prácticamente ultimada es la estructura básica de la mayoría de los edificios, que ya tienen varias alturas. Una vez que terminen los trabajos en el interior y en las fachadas y se proceda a la entrega oficial de los edificios, le tocará el turno al equipamiento, del que deberán hacerse cargo las empresas concesionarias, a las que se pagará un canon anual. Cumplidos todos estos requisitos, el mapa sanitario madrileño dará un vuelco en apenas dos años. Habrá más de 2.000 nuevas camas de hospitalización y los servicios de especialidades, hasta ahora concentrados en las grandes ‘moles’ sanitarias madrileñas, quedarán descentralizados y más repartidos por la Comunidad.
En total, ocho municipios y sus correspondientes áreas de influencia saldrán beneficiados: Coslada, San Sebastián de los Reyes, Parla, Arganda del Rey, Aranjuez, Villa de Vallecas, Majadahonda y Valdemoro. Para las patologías más graves, sin embargo, habrá que seguir trasladándose a los hospitales de referencia.
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