La Confederación Europea de Sindicatos (CES) pidió un cambio en la política monetaria que favorezca el crecimiento y el empleo, después de advertir que alza de la inflación por encima del dos por ciento, está provocada por los precios de la energía y por las políticas fiscales de los gobiernos.
La CES hizo esta consideración en un comunicado, tras la reunión del Comité Ejecutivo, en el que también se explicó de que el Banco Central Europeo ‘sigue en sus trece’, y pretende promover una agenda de reformas estructurales que está inspirada en el modelo estadounidense de mercado de trabajo flexible, con unos derechos y una protección de los trabajadores que se lesionan ‘notablemente’.
Así, la CES apuntó que apoya el objetivo de la estabilidad de precios porque una inflación ‘elevada y volátil’ no es una buena base sobre la que se pueda construir un crecimiento sostenido y un buen rendimiento en términos de empleo, pero señaló, que lo que hay que debatir es el cómo debe actuar un banco central para lograr una inflación que se acerque a los propósitos previstos.
Para la CES un régimen de política monetaria que se concentre ‘únicamente’ en el objetivo de la baja inflación no sólo perjudica el crecimiento a corto plazo, sino que lo empuja a la baja.
Añadió que si la política macroeconómica ofrece una demanda global insuficiente para la economía de la zona euro en su conjunto, los países miembros se verán tentados a recurrir a la moderación salarial competitiva y a una excesiva flexibilidad del mercado de trabajo.
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