Si la semana pasada fue el ruido de las cacerolas el medio de presión elegido para exigir una respuesta de las administraciones, esta vez los afectados de Jazztel salieron a la calle con la maleta a cuestas como símbolo de la situación que se les avecina. Y es que unos 400 empleados de la subcontrata Teleperformance ya han recibido la carta de hasta luego. Otras 300 personas de Stream esperan que su despido se aletargue hasta agosto. El sector de atención al cliente se tambalea en la ciudad y Atento ya mira de reojo a sus vecinos ante la posibilidad de un abarate de costes.
Los trabajadores exigieron en la segunda concentración una recolocación de la plantilla después de obtener el respaldo del alcalde que mandó sendas cartas al presidente de Jazztel, Leopoldo Fernández, y a la delegada de la Consellería de Traballo, María Debén. Los hasta ahora teleoperadores aseguran que ya se están realizando nuevos contratos para otras campañas sin contar con ellos.
Por su parte, Comisiones Obreras achaca la crisis a una nula regulación del mercado de servicios de atención telefónica, lo que hace que las empresas opten por las contratas a cualquier precio y sin ningún tipo de garantías. Esto se traduce, según el sindicato, en que el contrato firmado por Jazztel con Teleperformance y Stream le permita irse sin problemas. La próxima manifestación emplazará el día 27 a los afectados hasta San Caetano.
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