La Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) y la Agrupación Global Unions han presentado una queja oficial contra Irán ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por sus continuas técnicas de intimidación contra el Sindicato de Trabajadores de la Empresa de Autobuses de Teherán y Zonas Aledañas, Sherkat-e Vahed.
Según los sindicatos, estas prácticas no son sólo «contrarias a todas las normas de justicia y Derechos Humanos» sino que además van contra «los principios mismos que la República Islámica de Irán se comprometió a acatar cuando se adhirió a la OIT».
Desde su creación en 2005, este sindicato, afiliado a la ITF, ha sufrido una continua campaña de hostigamiento, arrestos y agresiones físicas que culminó con la detención de su presidente, Mansoor Osanloo.
En la rueda de prensa celebrada para denunciar los hechos, el secretario general de la CIOSL, Guy Ryder, señaló que «el gobierno iraní está equivocado si cree que continuando con su campaña destinada a aterrorizar a los trabajadores de Sherkat-e Vahed logrará mellar su determinación a luchar por el derecho fundamental de pertenecer a un sindicato libremente elegido o la determinación del movimiento sindical internacional de respaldar a dichos trabajadores en su lucha».
Por su parte, el secretario de la sección de Transporte Interior de la ITF, Mac Urata, denunció el uso de la violencia en la última manifestación de los trabajadores. «Pensamos continuar difundiendo sus tácticas de terror hasta que se conceda a los trabajadores la libertad sindical que Irán, por su pertenencia a la OIT, ha jurado defender», sentenció.
Los comentarios están cerrados.