Más de 300 trabajadores, de los 2.500 que conforman el Servicio de Extinción de Incendios de la Xunta, se manifestaron ayer en Santiago de Compostela para demandar condiciones «dignas» de trabajo, ya que consideran que están sometidos a una disposición laboral «insaumible», con «prolongadas» jornadas o «falta de disfrute» de domingos y festivos.
Convocados por los sindicatos CC OO y CSIF y entonando lemas como «somos nos que apagamos o lume», los trabajadores partieron de la Praza do Toural presididos por la pancarta ‘Polas melloras laborais no personal de incendios’ y recorrieron las calles de As Orfas y Zabachería, con tirada de petardos incluidos, para finalizar en la Praza de Cervantes, donde se leyó un manifiesto.
Emilio Doforno, coordinador del sector de Administración Autonómica de CC OO, destacó el «éxito» de la convocatoria, ya que recordó que asistieron los «trabajadores que podían participar», ante los «abusivos» servicios mínimos impuestos por Medio Rural y la «campaña de desinformación» del resto de sindicatos que no secundaron la huelga, UGT y CIG.
Precisamente, CC OO convocó esta huelga, junto a otras dos jornadas más el 15 de agosto y el 15 de septiembre, tras rechazar firmar el preacuerdo de mejora de condiciones laborales ofrecido por la Consellería de Medio Rural que sí fue aceptado por CIG y, posteriormente, por UGT.
Doforno insistió en que la condiciones que se les ofrece en la propuesta de Medio Rural son «malas», ya que que supone renunciar a temas «básicos» como la nocturnidad o la regulación de domingos y festivos.
Además, CC OO señala que en la última propuesta de la Administración no registró ningún avance en condiciones de trabajo, equiparación salarial, empleo, movilidad geográfica y funcional e instalaciones, ropa y equipos, «que no están homologados», denunció Doforno.
La propuesta de Medio Rural para mejorar las condiciones del personal laboral de extinción de incendios incluye, entre otras medidas, la convergencia económica de este colectivo con el resto de trabajadores públicos.
Aunque esta es la principal novedad, la propuesta de Medio Rural también recoge la implantación de nueve meses de trabajo ininterrumpidos al año, frente a los seis actuales; jornadas de ocho horas por turnos en época de alto riesgo y siete cuando el riesgo disminuya; o la jornada anual máxima de acuerdo con el convenio único.
Además, las jornadas de descanso mínimas ascienden a dos días ininterrumpidos y la posibilidad de que los trabajadores disfruten de una quincena de vacaciones en época de riesgo, de acuerdo con los turnos establecidos.
Esta propuesta afecta a casi 2.500 trabajadores fijos discontinuos, fijos y contratados durante el verano que aumentarán los meses de trabajo, lo que supondrá un incremento del coste de más de tres millones de euros anuales.
Las medidas de Medio Rural forman parte de un preacuerdo que fue firmado finalmente a mediados de julio por la CIG, mientras que UGT y CSIF plantaron a los responsables de la consellería y secundaron a CC OO quien ya había anunciado su rechazo.
No obstante, finalmente, el pasado viernes, UGT decidió sumarse a la CIG y firmó el preacuerdo con las medidas de mejora de condiciones laborales ofrecidas por el departamento que dirige Alfredo Suárez Canal.
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