Santander destinará siete millones de euros netos para el nuevo fondo de pensiones externo que creará este año y que beneficiará a alrededor de 20.000 trabajadores en España, incluidos los prejubilados, según han informado representantes del banco y de los sindicatos.
En concreto, el banco dotará al fondo con 560 euros al año por cada uno de los empleados, quienes también podrán hacer aportaciones voluntarias. Las primeras aportaciones comenzarán a realizarse con fecha de enero de 2006.
Tanto el director general del Santander, José Luis Gómez Alciturri, como los representantes de CC.OO, UGT, FITC, CGT y LAB se mostraron satisfechos por la firma del acuerdo que también favorece a los trabajadores que se prejubilan, alrededor de 2.000 al año.
El responsable del banco destacó que este acuerdo viene a reforzar el compromiso de Grupo Santander en la mejora de la calidad de vida de sus empleados, mientras que la secretaria general de Comfía-CC.OO, María Jesús Paredes, explicó que después del verano se constituirá la comisión promotora para la gestión del plan, que estará compuesta por tres miembros de CC.OO., tres de UGT, tres del FITC y uno de CGT.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Servicios de UGT, Juan Sánchez, también mostró su satisfacción por el acuerdo y anunció que el sindicato luchará por mejorar las aportaciones anuales de la entidad a este plan y para lograr la exteriorización del fondo de pensiones interno.
Las partes firmantes del acuerdo destacaron que mejora la regulación del convenio colectivo del sector de la banca en materia de previsión social complementaria, orientando la política retributiva y de compensación de su personal en línea con las directrices de la Unión Europea.
Los partícipes del plan son todos los empleados en activo del banco en España que cumplan más de dos años de antigüedad. En el caso de los empleados anteriores a 1980, las aportaciones se considerarán y computarán a efectos del cálculo de la pensión de jubilación prevista en el convenio colectivo del sector.
El banco y los sindicatos empezaron a negociar a principios de junio las condiciones para dotar de un plan de pensiones externo a toda la plantilla, ya que hasta ahora sólo tenían complementos de pensiones a su favor los empleados que ingresaron en Santander antes de 1980.
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