Las cajas de ahorros invirtieron un total de 1.082 millones de euros en proyectos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) durante 2005, según los datos de la memoria de RSC del sector.
La inversión de las cajas supuso la generación de 29.284 empleos, incluyendo empleo directo, indirecto e inducido, y un crecimiento del 66% en la facturación de los sectores relacionados con la actividad social de las entidades de ahorro, hasta los 2.067 millones de euros.
Además, el informe destaca la «mayor» presencia de las mujeres en los consejos de Administración de las cajas de ahorros, que ya ascienden a 116, el 16% del total, y refleja el crecimiento del porcentaje de mujeres con presencia en las asambleas generales de las cajas de ahorros, que alcanzó el 20,9% de media, hasta un total de 1.209 mujeres.
La distribución por sexos en las plantillas tiende a igualarse y ha mejorado un 14,2% desde 2001, hasta el actual 40%. El informe recoge la tendencia a reflejar los principios de RSC dentro de las propias entidades, de forma que «se puede apreciar una tendencia a establecer políticas que facilitan la conciliación de la vida familiar y laboral».
Entre las medidas de conciliación familiar destacan la posibilidad de sustituir el permiso de lactancia por diez días adicionales de vacaciones inmediatamente posteriores a la finalización del permiso por maternidad, o la política de disfrute de cinco días adicionales de vacaciones durante el primer año de vida del recién nacido.
Además, las cajas conceden permisos especiales para ausentarse del trabajo en varios casos, el acercamiento al domicilio del lugar de trabajo, de forma especial en madres con hijos pequeños, y la programación de actividades para los días sin colegio.
La memoria de RSC del sector destaca «la preocupación» de las cajas de ahorros por la actividad social, de forma que se ha producido un incremento del total de la plantilla en un 29,2% en los últimos diez años, pasando de 84.866 empleados en el año 1995 a un total de 118.072 profesionales en 2005.
El informe considera a las cajas como un «elemento esencial» en el sistema financiero español, y afirma que, si no existiesen las cajas de ahorros, el mercado español «sería un oligopolio», pues «garantizan el desarrollo de una actividad financiera en condiciones competitivas».
«Las 46 entidades que componen el sector de las cajas de ahorros compensan, en gran medida, la polarización que ejercen los dos grandes bancos nacionales, evitando prácticas abusivas», destaca la memoria.
Para el análisis de competencia, el estudio ha utilizado el índice de ‘Herfindahl-Hirschman’, que calcula un resultado para el sector financiero español «próximo a los valores considerados óptimos», pero si se obvia la existencia de las cajas en el mercado español, el índice produce un resultado muy alto, que refleja que, «de no existir estas instituciones, el mercado español sería un oligopolio.»
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