El secretario general del sindicato Comisiones Obreras de Cataluña, Joan Coscubiela, ha pedido que la Generalitat fomente mecanismos de «cooperación e integración» entre las empresas familiares catalanas para evitar su venta o pérdida de control en manos de grupos extranjeros.
En una entrevista concedida a Europa Press, Coscubiela mostró su preocupación por la pérdida de centros de decisión de este tipo de empresas, principalmente del sector agroalimentario y farmacéutico, tras la reciente venta de Chupa Chups a la multinacional italiana Perfetti Van Melle, operación que, a su juicio, «no será la última».
También recordó el caso de Panrico, vendida el pasado año por la familia Costafreda a la firma británica de capital riesgo Apax Partners, y señaló que «uno de los factores que acaba incidiendo en las estrategias de las empresas es la pérdida de capital propio».
Coscubiela aseguró que en un contexto de «estabilidad institucional habría que pedir mayor dinamismo y políticas públicas que facilitasen e incentivasen» los procesos de integración entre las empresas catalanas susceptibles de «caer» en manos foráneas.
Consideró «evidente» que el sector público no tiene competencias directas sobre las empresas privadas, pero «una cosa es que no tenga competencia y otra que no tenga conveniencia», afirmó.
Preguntado sobre la escasez de iniciativas en este sentido durante la presente legislatura en Cataluña, sostuvo que el debate sobre el Estatut «ha quitado energías al conjunto de la sociedad y los responsables políticos para encarar estos temas».
Por ello, esperó que «con la nueva etapa política, uno de los elementos que la debe caracterizar es que los temas económicos, industriales y sociales sean el eje de las preocupaciones de todos».
Coscubiela insistió en la necesidad de llevar a cabo «estrategias conjuntas empresariales y políticas para propiciar la cooperación, la integración de algunas de estas empresas», pero rechazó que sea siempre necesaria una fusión entre las mismas.
Recordó que muchas empresas del sector agroalimentario «son fuertes en algunos subsectores, pero están poco interrelacionadas entre ellas». Por eso, a su juicio, «avanzar para una corporación agroalimentaria capaz de aunar producciones a diferentes niveles sería una manera de mantener» el control catalán sobre estas empresas.
CAUSAS
Coscubiela indicó que las empresas familiares tienen unas características comunes, como la necesidad de llevar a cabo relevos generacionales y de profesionalizar su gestión, y alertó de que, aunque en Cataluña «parecen grandes», compiten en sectores que están en manos de «grandes corporaciones mundiales».
El dirigente de CC.OO. también mencionó la «brutal cantidad de dinero caliente» presente en el mercado financiero internacional, especialmente vinculado a los fondos de inversión. «Hay gente dispuesta a pagar dos o tres veces el precio de lo que pueden valer estas empresas», señaló.
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